Antes del Clásico: así cambió Xabi Alonso la mentalidad del Real Madrid
20 octubre 2025

Transformación táctica y mental
Xabi Alonso asumió la dirección técnica del Real Madrid a principios del verano, sustituyendo a Carlo Ancelotti, quien dejó el club tras una temporada con altibajos locales y continentales. En el Mundial de Clubes disputado en Estados Unidos, el equipo mostró reacciones encontradas: clasificó a semifinales, pero sin convencer plenamente.
Tras la competición, la dirección madridista, liderada por Florentino Pérez, inició un proceso de renovación para dotar al equipo de una identidad más compacta. Alonso, con 43 años, priorizó un bloque defensivo sólido y una mayor confianza en futbolistas españoles.
Durante el mercado, se mencionaron fichajes defensivos como Trent Alexander-Arnold y Din Huisen, y poco después se reforzó con Álvaro Carerras y Franco Mastantuno tras la Copa del Mundo. Con estos movimientos, el Madrid arrancó con 7 victorias en las 6 primeras jornadas de La Liga y un triunfo importante en Europa frente al Olympique de Marsella.
Sin embargo, la derrota 2-5 ante el Atlético de Madrid en el derbi encendió las alarmas, aunque el equipo logró reponerse con tres victorias consecutivas frente a Kairat, Villarreal y Getafe. En 17 encuentros, Alonso acumula 14 victorias, 1 empate y 2 derrotas; 38 goles a favor y 18 en contra, con 7 encuentros sin recibir gol.
Una de las claves ha sido delegar más responsabilidades en jugadores españoles, destacando Gonzalo García, Álvaro Carerras y Franco Mastantuno, y dando minutos a Dani Ceballos y a otros jóvenes emergentes. Alonso también ha mantenido a Camavinga y a Mbappé como referentes de un esquema versátil, mientras Vinícius Júnior y Rodrygo continúan aportando talento individual dentro de un sistema más colectivo.
El técnico español ha incrementado la participación de jóvenes talentos y ha buscado equilibrar la plantilla para enfrentar a Barcelona, que llega al Clásico con un reto táctico bajo Hans Flick. Alonso pretende que el Madrid sea más equipo que suma individualidades, preparado para adaptarse a las distintas fases del juego y de las competiciones.
La próxima cita en el Clásico (26 de octubre en el Bernabéu) será un test decisivo para la evolución de Alonso, que deberá equilibrar ambición ofensiva y solidez defensiva ante un Barcelona que también busca consolidar su juego. Si todo sale bien, el Madrid podría confirmar la transformación; si no, al menos habrá historias para el chiste en la banda. Y por si acaso, siempre queda la esperanza de que el balón caiga del cielo como un regalo inesperado.