El as bajo la manga del Bayern: así Kompany apagó la rebelión de los críticos
6 octubre 2025

Contexto y decisiones que sorprendieron
El Bayern Múnich, gigante de Alemania con decenas de títulos, nombró a Vincent Kompany, ex entrenador de Burnley, como técnico principal en el verano de 2024. Su selección fue una de las decisiones más sorprendentes de la temporada, ya que el belga contaba con apenas cuatro años de experiencia como entrenador y había dirigido muy poco en escenarios de alto voltaje europeo. Aun así, el club veia en su propuesta futbolística un camino diferente.
La primera campaña de Kompany en el banquillo estuvo marcada por la promesa de un fútbol audaz y progresivo. La prensa, los expertos y parte de la afición miraban con recelo, pero el ex defensa había dejado claro que su objetivo era recuperar la identidad ofensiva del Bayern, sin renunciar a la solidez defensiva ni a una mentalidad ganadora.
El giro táctico y la evolución del vestuario
Desde su llegada, Kompany impuso una idea de juego basada en la presión alta, la posesión y la elaboración de ataques desde la salida de balón. Si bien al inicio muchos comparaban su estilo con el de Pep Guardiola, el entrenador belga mostró una flexibilidad táctica que permitió evolucionar desde un esquema base de 4-2-3-1 hacia variantes más ofensivas como 3-2-5 o 2-3-5 en momentos clave, con centrales que participaron activamente en la construcción del juego.
La dinámica del vestuario evolucionó notablemente: se reforzaron la comunicación y la cohesión y se redujeron las filtraciones internas. El club celebró la llegada de jugadores como Dayot Upamecano, Kim Min-jae y otros que potenciaron la defensa, mientras que el equipo se acercó a la excelencia táctica y a un ciclo de confianza renovada. Los jugadores clave se mantuvieron motivados y comprometidos con la idea de Kompany, lo que se reflejó en resultados y en la renovación de contratos de figuras veteranas y jóvenes talentos.
Entre los grandes nombres que se destacaron, surgieron Harry Kane y Luis Díaz como ejemplos de rendimiento sostenido. Kane continuó su racha goleadora en la Bundesliga y Díaz mostró explosión ofensiva, mientras que otros como Serge Gnabry, Leon Goretzka y Joshua Kimmich encontraron un nuevo impulso para rendir al máximo. En líneas generales, el Bayern pasó de una sombra de duda a una plantilla que creía en su plan, con un ambiente de trabajo más estable y una dirección clara.
Con el paso de las semanas, los logros deportivos comenzaron a acumularse. El Bayern inició la temporada con una racha destacada de victorias, superó obstáculos y logró liderar la clasificación, a la vez que avanzó con autoridad en la Copa de Alemania y en la Liga de Campeones, manteniendo una marcha sólida en todas las competiciones. Además, el club logró volver a premiar a jóvenes como Musiala y quizá reforzar a interiorizar una mentalidad ganadora que perdure en el tiempo.
El impacto de Kompany también se observó en la renovación de contratos de varios pilares de la plantilla, entre ellos Musiala, Kimmich y Neuer, lo que indicaba una dirección a largo plazo y una apuesta por continuidad y crecimiento. En definitiva, el Bayern mostró signos de una reconstrucción de identidad, con un entrenador que no sólo cuestionó el pasado sino que también construyó un futuro más ambicioso.