España aplasta a Bulgaria: la Roja se mantiene imparable rumbo al Mundial 2026
14 octubre 2025
España, dominante en casa y con mirada puesta en el Mundial 2026
La selección española se impuso 4-0 ante Bulgaria este martes, en la cuarta jornada de las eliminatorias europeas para el Mundial 2026. El partido se disputó bajo el sello de una **La Roja** ambiciosa y con la intención de dejar claras las señas de identidad que la han convertido en una de las favoritas del camino a la Copa del Mundo.
Merino volvió a lucirse, liderando al equipo hacia una racha histórica de 29 partidos oficiales sin perder, igualando la gesta lograda por la generación dorada de Vicente del Bosque. Su rendimiento volvió a situarlo entre los grandes protagonistas de la que se está consolidando como una campaña de gran crecimiento para España.
El cuádruple llegó con Merino como figura central, acompañado por un autogol de Atanas Chernev y un penal convertido por Mikel Oyarzabal en los minutos 35, 57, 79 y 92. Un resultado que refleja no solo la pegada, sino también la variedad de recursos ofensivos de la Roja.
Con este resultado, España alcanza 12 puntos, mantiene la primera posición del Grupo 5 y deja a Bulgaria en cero puntos. El partido confirmó un dominio claro desde el pitido inicial y una superioridad sostenida en todas las facetas del juego.
Desde los primeros compases, el dominio español fue casi absoluto. La posesión, la presión alta y las transiciones rápidas dejaron a Bulgaria sin respuestas claras y con la defensa de la Roja bien asentada.
En los primeros minutos, las oportunidades fueron constantes: un tiro de Baena que atajó el portero Vladislav Vutsov en el minuto 9 y una oportunidad de Samu que se escapó tras una asistencia filtrada de Pedri desde dentro del área.
Pedri, como suele ocurrir, fue el motor del juego y estuvo cerca de abrir el marcador en el minuto 19 tras una carrera que terminó con un remate por encima del portero, pero la madera evitó el gol y dejó al estadio con la certeza de que el segundo gol llegaría tarde o temprano.
El dominio continuó con Bulgaria tratando de mantener la disciplina defensiva y buscando posibles contragolpes, aunque sin ideas claras para poner a prueba a Unai Simón con regularidad. La presión española se fue haciendo más constante y terminó traducida en el primer gol, al 35, cuando Laporte remató de cabeza a la salida de un córner servido por Pedri y dejó servido el balón a Merino para empujar a la red desde el área pequeña.
A partir de ahí, Samu rozó el segundo tras un error del portero búlgaro en una acción siguiente, pero el esférico se desvió por encima del larguero. España amplió su dominio y control en la primera mitad, que terminó con la ventaja de 1-0 para los de Luis de la Fuente.
La segunda mitad arrancó con la misma idea: presión alta, circulación rápida y un Merino decisivo. En el 57, Merino apareció de nuevo para aumentar la ventaja con un cabezazo certero tras un centro de Grimaldo, consolidando el 2-0 y amplificando la confianza del equipo.
España siguió buscando la tercera diana. Borja Iglesias tuvo dos remates peligrosos en los minutos 51 y 53-54, pero el portero Vutsov respondió con intervenciones destacadas para mantener el marcador a salvo temporalmente.
El tercer gol llegó en el 79 tras una jugada de Grimaldo que dio en la defensa y terminó desviado por Chernev en su intento de despejar; el balón terminó dentro de su propia portería, sellando el marcador en 3-0. A partir de entonces, los cambios aportaron oxígeno al ataque, aunque el ritmo se relajó ligeramente hasta el tramo final.
En el minuto 91, Georgiev cometió una falta sobre Merino dentro del área y el árbitro señaló penal. Oyarzabal convirtió con seguridad el cuarto en el 92, cerrando una noche en la que España mostró contundencia y claridad estratégica.
En resumen, un triunfo que refuerza la confianza del equipo y su capacidad para resolver el juego con distintas variantes ofensivas, subrayando la importancia de un grupo joven que aporta dinamismo y criterio en cada encuentro.
