El belga Matteo Dams, lateral izquierdo del Al-Ahli de Jeddah, recibió una oportunidad de oro para compensar errores recientes y tratar de recuperar la confianza de la afición.
Con apenas 21 años y procedente del PSV Eindhoven, su inicio de temporada fue menos prometedor de lo esperado, y la crítica se dejó sentir.
En el partido de dieciseisavos de la Copa del Rey saudí, frente al Al-Batin, Dams participó en la jugada del gol de su equipo: el balón llegó a la defensa visitante Turki Al-Ghafan en su propia meta, tras un centro engañoso ejecutado por Dams.
Errores torpes
Desde el inicio de la temporada, la banda izquierda ha sido un dolor de cabeza para el técnico alemán Matthias Jaissle: fallos que afectan la solidez defensiva.
Con la salida de Saad Balheed y la falta de alternativas claras, Jaissle apostó por Dams, pero el joven no respondió a las exigencias de los grandes escenarios.
Además, el club incorporó a Zakaria Houssawi, que no tuvo minutos regulares.
Frente al Pyramids de Egipto en una cita de la Copa Africana y Asiática, Dams estuvo errático y el Al-Ahli cayó 3-1 en casa ante un rival sólido.
Este rendimiento decepcionante avivó la crítica de la afición, que pidió a la directiva buscar un recambio más eficaz para la banda izquierda.
Contrato loco
El propio Dams reveló que, en cuanto supo de su contrato con el club, quedó “enloquecido”, alegando que el salario era desorbitante para un jugador de su edad.
El acuerdo, cerrado en el mercado de invierno, se materializó en una cifra de 9 millones de euros y despertó curiosidad en Bélgica y Arabia.
“Mi salario se paga íntegramente a Bélgica para mi padre, y yo me concentro en el césped”, explicó.
El belga añadió: “La mudanza a Al-Ahli es 100% la decisión correcta y estoy contento con ello.”
Mensaje a la afición
Además, Dams envió un mensaje directo a la afición: reconoce el enfado, pero asegura que quiere rendir para el club y para los seguidores.
“Si no estoy en mi mejor día, me duele por dentro; mis compañeros me ayudan a superarlo y voy a dar lo mejor de mí para Al-Ahli”, afirmó.
Concluyó: “Esta mudanza fue la correcta, y voy a seguir trabajando para mejorar”.
Sobre el salario, añadió que su primera prioridad es su rendimiento y su compromiso con el equipo, no el dinero.
En general, su paso por Al-Ahli ha dejado una historia de dudas y esperanza, entre la crítica y la lealtad.
Notas finales: la banda izquierda seguirá siendo un reto y Dams tendrá que demostrar capacidad para cambiar esa narrativa, mientras el club intenta fortalecer esa posición con refuerzos confiables.
En resumen, la historia de Dams en Al-Ahli continúa, y la afición espera que sus acciones superen sus palabras.
Entre balones y risas, solo el tiempo dirá si el contrato y la presión rinden frutos, o si la historia continúa con más capítulos… y tal vez un par de bromas para aliviar la tensión.
Punchline 1: Entre goles y lágrimas, parece que el único que no se queja del sueldo es el balón que se va directo al centro de la portería.
Punchline 2: Si el fútbol fuera un banco, Dams ya habría hecho el mejor negocio: cero intereses y un gran autogol para empezar la historia.