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La alegría contenida: por qué el Mundial no encendió al fútbol egipcio

13 octubre 2025

La alegría contenida: por qué el Mundial no encendió al fútbol egipcio
La clasificación de Egipto al Mundial 2026 llega con una alegría contenida.

Causas de una celebración contenida

La selección de Egipto regresa a un Mundial tras completar con éxito la ruta de clasificación para el Mundial 2026, bajo la dirección de Hossam Hassan, un técnico que ha sabido combinar experiencia y renovación. Este logro llega en un momento en que el fútbol egipcio atraviesa un periodo de cambios y expectativas, y la nación celebra con cautela, sabiendo que cada paso cuenta para una historia que ya ha tenido altibajos.

Egipto evitó la derrota en diez jornadas de las eliminatorias y consiguió mantener la portería a cero en seis de los últimos encuentros, señal inequívoca de una defensa trabajada y de un equipo que aprendió a sufrir junto a su entrenador. Estas cifras alimentaron un optimismo contenido alrededor de la clasificación, más prudente que estruendoso.

Además, la clasificación se selló antes de la última fecha, asegurando el boleto sin depender de milagros en la última jornada y permitiendo a la selección respirar y planificar con tranquilidad el próximo desafío mundialista tras la ausencia de la edición de Qatar 2022.

Sin embargo, la respuesta de la afición fue más comedida de lo esperado. En años recientes los triunfos y los records han estado lejos de las vitrinas, y aun con una clasificación que sólo podía verse como positiva, la emoción fue moderada, un fenómeno raro cuando Egipto da la cara en un gran escenario.

Una de las claves para entender esta atmósfera es la expansión de plazas africanas para 2026. África pasará a contar con nueve cupos directos y con un repechaje global, lo que facilita la clasificación y reduce la presión sobre cada una de las selecciones.

Ese cambio, además, permite que grupos balanceados y menos elitistas den margen a equipos que durante años han mostrado progresos sostenidos, como Egipto, sin enfrentarse siempre a gargantas profundas del fútbol continental.

En comparación con 2022 y 2018, el país encontró un camino distinto: en 2026 enfrentó a Gabón, Angola y Libia en la fase inicial y disputó un play-off contra Senegal, superando ese escollo para avanzar.

Aun así, no se percibe un despegue en la trayectoria de la selección en torneos mayores. Desde 2018 no se ha alzado la Copa de África y, en la edición de 2019, cayó temprano en casa, lo que atenuó la euforia y dejó un sabor a deuda deportiva frente a una afición exigente.

Uno de los rasgos más comentados es que los clubes de Egipto acaparan la atención y, con frecuencia, el foco de la prensa y las redes se centra más en Al Ahly y Zamalek que en la selección, un fenómeno que se ha visto reflejado en compromisos, concentraciones y presencia de público en las gradas.

A nivel práctico, el equipo debe consolidar un proyecto deportivo claro, mejorar la coordinación entre entrenadores y jugadores, y cuidar la gestión de grupos y logística para competir con garantías en 2026.

En resumen, la clasificación llega acompañada de una mirada crítica: hay que convertir esta oportunidad en logros, subir el rendimiento en torneos de élite y demostrar que la paciencia de una afición merece una recompensa tangible.

Punchlines: 1) Si la clasificación fuera un trámite, ya habrían enviado el correo de confirmación. 2) Si el Mundial fuera un examen, la generación actual ya tiene nota, pero aún no entrega el temario final.

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Paulo Ilmagnifico

Soy Paulo Ilmagnifico, periodista deportivo español nacido en 1992. Apasionado del flamenco, la cerámica artesanal y el senderismo en el bosque, comparto mi visión sensible del deporte.

Preguntas frecuentes

¿Por qué la alegría fue contenida entre la afición egipcia?

La falta de grandes logros recientes y la sensación de que la clasificación fue facilitada por un formato más permisivo para África generaron una celebración más prudente.

¿Qué cambios en África facilitaron la clasificación 2026?

La expansión a 9 cupos directos para África y un repechaje global alivianaron la presión y facilitaron el acceso al Mundial.

¿Qué retos esperan a Egipto en el Mundial 2026?

Consolidar un proyecto deportivo sólido, superar rivales de alto nivel y traducir la clasificación en resultados tangibles en torneos internacionales.