La crónica de Mustafa Younis en Al Ahly: entre disculpas y retirada de apoyo

Entre disculpas y reservas

La crisis de Mustafa Younis, ex estrella del Al Ahly, parece acercarse a una nueva fase, o tal vez a un capítulo distinto de un conflicto que se mantiene vivo entre uno de los hijos de la casa roja y la junta directiva encabezada por Mahmoud el Khatib.

Entre disculpas y reservas, domina la incertidumbre en las pasillos del club respecto a la postura final frente al jugador, quien ha recibido múltiples denuncias ante autoridades y medios tras declaraciones consideradas ofensivas para el club y su órgano rector.

Los detalles apuntan a que la dirección del club remitió a Mustafa Younis a una investigación interna, en su calidad de miembro de la asamblea general, a raíz de declaraciones y acusaciones difundidas en varias plataformas y videos de YouTube, que, según el club, contenían ofensas y señalamientos de corrupción y enriquecimiento ilícito contra el presidente y los miembros de la junta.

El consejo de administración ya había decidido suspenderlo y prohibirle la entrada al club hasta el final de la investigación, apoyándose en un memorando del área legal que incluía grabaciones en las que el exjugador utilizaba expresiones y acusaciones que golpean la integridad financiera y mancillan los símbolos del club.

En su momento, el club explicó que revisó una serie de videos en los que el jugador profería palabras que, en opinión de la institución, vulneraban la ética y la memoria del club, y que por ello se decidió la suspensión mientras se investiga.

Asimismo, el club informó que presentó una denuncia ante el Consejo Supremo para la Regulación de los Medios, señalando que Younis viene dañando al club desde hace años con apariciones en programas y en su canal de YouTube, lo que llevó a la medida de limitar su presencia mediática durante tres meses y a exigir la eliminación de contenidos.

La comisión señaló que Younis compareció ante la Sala de Quejas, presidida por el periodista Essam El Amir, basada en una recomendación de la comisión de control del rendimiento del fútbol deportivo, y que el exjugador admitió haber cometido excesos verbales y ofreció eliminar los contenidos y evitar repetirlos.

El club afirmó también que la queja fue presentada al órgano regulador por lo sucedido en varias ventanas y que las declaraciones causaron perjuicio a la imagen del club y de sus dirigentes.

En cuanto al plano interno, se reveló que Younis no acudió a la primera citación por no encontrar la dirección, pero luego la directiva, según fuentes cercanas, encontró la dirección actual y notificó de nuevo, logrando su comparecencia en una sesión en una sede distinta, donde presentó una disculpa escrita y oral y se comprometió a no repetir esas expresiones.

Una fuente cercana indicó que un juez fue designado para garantizar la imparcialidad en el proceso, y que las conclusiones se entregaron en un sobre sellado al director ejecutivo para su revisión por la nueva junta directiva.

Ante la crisis, diversos veteranos del club intentaron acercamientos, entre ellos Mustafa Abdo y Mokhtar Mokhtar, buscando convencer a Mahmoud Khatib de aceptar una solución amistosa.

Se acordó que Younis presentaría una disculpa formal y escrita para publicarla en varios medios, con un compromiso de no volver a realizar ataques de este tipo.

Sin embargo, el presidente no mostró entusiasmo por un arreglo informal, recordando que Younis ya había pedido disculpas en ocasiones anteriores, incluso con mediación de Ahmed Shobier, pero que a su juicio no había cumplido sus compromisos.

Sobre el plano legal, no se espera que el caso de Younis se lleve a la próxima asamblea prevista para decidir su posible expulsión, ya que el mandato de la junta actual quizá haya terminado. Las fuentes señalan que los resultados aún no se han presentado a la junta, y la decisión podría quedar para la primera reunión del nuevo consejo.