Osama Nabi defiende su historial: no he fracasado al frente de la selección egipcia Sub-20
12 octubre 2025

Contexto y declaraciones
Osama Nabi, entrenador de la selección egipcia Sub-20, sostiene que no ha fracasado en el Mundial Sub-20 2025 disputado en Chile y que el equipo no fue favorecido por la suerte, sino por circunstancias organizativas y normativas.
Indica que el equipo dejó el torneo tras la fase de grupos, con resultados que no reflejan una caída abrupta, sino una eliminación basada en criterios de clasificación y disciplina.
Resultados y análisis del grupo
Egipto cayó ante Japón y Nueva Zelanda y venció a Chile en la última jornada. Quedó empatado en puntos con Chile, pero la definición de los puestos avanzó a favor de Chile por el criterio de fair play, dejando a Egipto fuera de la pelea por los mejores terceros.
Nabi apunta a un rendimiento en ascenso, con momentos de dominio como una posesión que llegó a ser del 70% ante Nueva Zelanda, pero admite que la consecuencia de las tarjetas y el desenlace fueron determinantes para la clasificación.
Gestión y decisiones técnicas
El entrenador enfatiza que no se debe hablar de fracaso; tomó las riendas en febrero y trabajó durante casi ocho meses para preparar la participación, consciente de las limitaciones y de la necesidad de un programa de alto nivel para competencias globales.
Además, destaca que la clasificación al Mundial Sub-20 ya es un logro en sí mismo, y que el rendimiento del equipo fue progresivo pese a las derrotas frente a Japón y Nueva Zelanda y al desafío de enfrentar a Chile ante un público enorme. Señala que la selección carece de la experiencia internacional de algunos rivales y que algunas convocatorias generaron debate, sin que ello signifique falta de criterio.
El técnico comenta que la planificación y las decisiones se tomaron con base en su visión y el número de jugadores permitidos en la lista, y que el equipo mostró capacidad de crecimiento a lo largo del torneo.
“No hemos fracasado”
Concluye que, para Egipto, el Mundial no solo dejó resultados, sino también aprendizaje y experiencia para los jóvenes, y que la misión de un técnico con historial sigue vigente: construir un proyecto sostenible para el fútbol de menores en el país.
El avance de fechas y la logística del programa nacional se analizan como parte de un proceso de desarrollo, más allá de un único resultado, y Nabi resalta que la meta es consolidar una generación que pueda competir en futuras ediciones de la competición mundial.
Conclusión: no es un fracaso, es una oportunidad de aprendizaje para un equipo en pleno proceso de maduración, y Nabi ya mira hacia el siguiente tramo de la carrera. Y para terminar con una nota ligera: si el balón se toma un respiro, siempre podemos decir que la táctica también necesita vacaciones. Punchline 1: No fracasamos, solo estamos en modo entrenamiento de alto rendimiento… y el balón decidió ir a tomar un café. Punchline 2: Si el Mundial fuera un examen, Nabi ya habría pasado, solo que la pregunta final fue de desempate por fair play.