¿Puede un entrenador inglés salvar a Manchester United? El dilema que inquieta Old Trafford
9 octubre 2025

Contexto actual
El entrenador portugués Ruben Amorim no ha logrado encaminar al Manchester United hacia la senda de la confianza en el último año. Con un rendimiento que apenas roza el 29% de victorias en 11 meses, el equipo pasa por una fase de inestabilidad que preocupa a aficionados y directivos por igual.
Según la estadística publicada por la Daily Mail, el club registró 10 victorias en 34 encuentros de la Premier League durante su mandato, con la mitad de esas victorias frente a rivales recién ascendidos. Un dato que ilustra el descenso de la grandeza frente a un objetivo que aún parece lejano.
A pesar de la llegada de refuerzos ofensivos como Benjamin Sesko, Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, el rendimiento no ha mostrado la mejora esperada y el equipo ha alternado goleadas y derrotas que alimentan la incertidumbre sobre el proyecto a largo plazo.
Por otra parte, el propietario Jim Ratcliffe dejó claro que confía en Amorim y mantiene su apoyo a un contrato de tres años, señalando la necesidad de tiempo para construir un proyecto sostenible pese a situarse en décima posición y salir temprano de la Copa de la Liga tras tres derrotas y una sola victoria en los últimos encuentros.
Durante su aparición en el podcast The Overlap, Paul Scholes propuso contratar a un entrenador inglés para liderar el proyecto a medio plazo, citando como opción a Eddie Howe, técnico de Newcastle United. Se valoran su personalidad, disciplina y experiencia para devolver la identidad al club en Old Trafford.
Mirada histórica y futuro inmediato
La historia reciente de Manchester United, tras la era de Sir Alex Ferguson, ha mostrado una búsqueda constante de estabilidad. Entre entrenadores que han pasado por el banquillo se cuentan David Moyes, Louis van Gaal, José Mourinho, Ole Gunnar Solskjaer y Erik ten Hag, con resultados variados y a menudo contradictorios.
El recambio de Amorim aparece en un marco de dudas: ¿será capaz el club de encontrar al líder capaz de recuperar la gloria local y continental, o quedará atrapado en un ciclo de cambios sin consolidación? Con nuevas promesas jóvenes que apuestan por una propuesta ofensiva, la solución podría requerir paciencia y un plan a largo plazo más allá de un ciclo de fichajes.
Old Trafford permanece como escenario de la esperanza: la afición espera que el proyecto tenga continuidad, una táctica clara y resultados consistentes que vuelvan a poner al club entre los grandes de Europa. Mientras tanto, la prensa y los analistas siguen mirando cada movimiento desde una lupa que parece no apagarse jamás.
En definitiva, ¿logrará Manchester United estabilizarse y recuperar su antiguo brillo, o continuará el tira y afloja entre dirección, cuerpo técnico y afición? El tiempo dirá, pero lo que está claro es que el fútbol de alto nivel no perdona a la falta de rumbo.
Y para cerrar con humor, dos notas ligeras al estilo sniper: 1) En Old Trafford, la paciencia es un deporte y el estadio ya tiene carnet de temporada de larga duración. 2) Si la táctica fuera moda, Amorim estaría en el outlet: todo a la venta menos los resultados.