Upamecano mira al mundo: su futuro en Bayern, su madurez y la chispa que lo impulsa

Futuro en Bayern y consolidación bajo Kompany

A pocos meses del Mundial, dentro del vestuario francés se discute el destino de varios jugadores aún por decidir, y Dayot Upamecano encabeza esa conversación. El defensa central se mostró seguro al hablar de su situación actual en el Bayern de Múnich.

Upamecano explicó en una entrevista con el diario francés L'Équipe su visión de su futuro, el impacto de Vincent Kompany como entrenador y cómo su madurez y responsabilidad en el campo han evolucionado.

También abordó la posibilidad de aclarar su futuro tras la indicación de Didier Deschamps de precisar la situación de los jugadores antes del Mundial, diciendo: “Espero eso; mi agente se ocupa de ello, tomaremos la decisión correcta, tengo buenas asesorías y me centro en esta temporada y en mis metas con el club y la selección; no pienso en el futuro”.

Sobre su continuidad en el Bayern, añadió: “Siempre he dicho que me siento cómodo en el Bayern, tengo un gran entrenador y me llevo bien con mis compañeros”.

Respecto al interés de Paris Saint-Germain por vestir su camiseta, comentó con humor: “Estoy tranquilo respecto a eso (sonríe). Tengo contrato con el Bayern y metas claras; si hay clubes interesados, les agradeceré su interés”.

Upamecano profundizó en cómo Kompany ha influido en su rendimiento, señalando: “Me ayudó mucho en mi posicionamiento, mi postura corporal y en el manejo de balones largos; empezamos a trabajar desde el primer día, con análisis de video de sesiones de 30 a 40 minutos; ahora somos un equipo con una gran potencia”.

Antes del encuentro contra el PSG, explicó: “No partía de cero; veo mucho al París, conocemos la fuerza de ese equipo y su presión alta; el entrenador nos insistió en no temerles y en perseguirlos, incluso mencionó que, si fuera necesario, presionaríamos al portero”.

En cuanto a su versatilidad, afirmó: “Si mañana el entrenador pide que sea mediocentro defensivo, jugaré ahí; si me coloca de lateral derecho, también lo haré; daré todo, los ángulos de pase cambian, pero defensivamente es lo mismo”.

Sobre su estilo, sostuvo: “Me gusta crear juego con balón y romper líneas; aprendí eso en Salzburgo con Rangnick; es un estilo arriesgado, cuando funciona todos aplauden; si no, se critica, pero siempre me ha gustado arriesgar; como defensa, esa es también nuestra responsabilidad”.

Negó haber desarrollado sus habilidades aéreas de forma artificial: “Es un don natural. Siempre he sido bueno de cabeza; incluso cuando era niño, jugaba en varias posiciones. Llegando a Salzburgo en 2013, el director deportivo me preguntó por mi posición y respondí: todas; por eso me ficharon; vio que estaba más motivado que los demás”.

Reconoció la influencia de Rangnick, Nagelsmann y Kompany en su crecimiento: “Todos jugaron un papel en mi éxito; llegué a Alemania muy joven y Rangnick me dio la confianza para demostrarme en un país ajeno”.

“Nagelsmann me dio la libertad para jugar desde atrás, y con Kompany siento que él también ha influido en mi posición; a veces me llama a su despacho para mostrarme videos que resaltan áreas a mejorar”, añadió.

El francés afirmó que hoy hay más madurez en su juego; es central y debe hablar más, ya que pérdidas de concentración del pasado quedaron atrás, y siente un mayor control emocional que se refleja, día a día, en cada partido. Sobre su fortaleza en los duelos, dijo: “Me siento más fuerte; cuando llegó Kompany, todo cambió; nos mostró mejores formas de defender; ver a un delantero como Kane regresar a defender en el minuto 87 te dice mucho de la intensidad; me encanta enfrentarlo cara a cara”.

Concluyó: “No voy a rehusar desafíos en mi vida, ya sea contra un rival o en los entrenamientos. Si hay diez retos, voy a superarlos diez veces; cuando demuestro que no quiero que me superen, me pongo firmemente a defender”.

Notas finales con humor ligero: Chiste seco 1 – Si la defensa fuera un francotirador, yo sería el que dispara primero y pregunta después. Chiste seco 2 – Mi remate de cabeza es tan preciso que el balón ya pidió permiso para entrar.