Zamalek y Pyramids: duelo en Abu Dabi que podría escribir una nueva página de la Súper Egipto
6 noviembre 2025
El escenario: Abu Dabi y la semifinal de la Súper Egipto
La atención del fútbol egipcio se concentra esta noche en el estadio Al Nahyan de Abu Dabi, donde Zamalek y Pyramids se juegan un pasaje a la gran final de la Súper Egipto. Un encuentro que llega en un momento clave de la temporada, con ambos equipos buscando sumar una pieza más a sus vitrinas y dejar claro quién manda en la Liga y en las competiciones nacionales.
Para Zamalek, el contexto es claro: afianzar su legado histórico y reforzar la confianza del cuerpo técnico y de la afición tras los retos que ha enfrentado el club. En el caso de Pyramids, la prueba es doble: confirmar su estatus de grandeza en la escena local y demostrar que puede competir de tú a tú con un club histórico, con la mirada puesta en más títulos en el futuro cercano.
Rivalidad histórica y antecedentes
La serie entre ambos equipos es larga y cargada de momentos destacados. En 23 duelos previos, el conjunto blanco ha mostrado una ligera superioridad con más victorias, aunque Pyramids ha repartido emociones y ocasiones a lo largo de los años. En encuentros de liga, copas y, especialmente, en la Súper Egipto, cada partido ha dejado claro que el choque no es solo por puntos, sino por identidad y orgullo.
Entre los capítulos memorables, se recuerda el primer choque en la era moderna, cuando ambos mostraron un ataque vibrante y un marcador que terminó en empate. Y en la edición anterior de la Súper, el título se decidió en una noche dramática, con Zamalek imponiéndose por penales para alzarse con la copa. Esas historias añaden un extra de épica a este encuentro, que promete otro capítulo intenso.
Claves del choque y formato de desempate
En el plano táctico, el encuentro ya se confirmó como una muestra de precisión y defensa férrea. El consejo técnico dispuso que Zamalek vista su uniforme clásico, mientras el portero se destaque en tono distinto para facilitar las distracciones del rival; Pyramids, por su parte, irá de negro con el portero en naranja, buscando disruptir la lectura de la defensa rival. Lo más llamativo es la decisión de recurrir directamente a los penales en caso de empate al final de los 90 minutos, una apuesta que añade tensión y dramatismo a cada jugada y que recuerda tiempos recientes de un choque que siempre se ha decidido desde el punto de penalti.
El colegiado encargado será Mohamed Maarouf, acompañado por Sami Hallal y Tariq Mustafa como asistentes, con Zaed Al Naeimi como cuarto árbitro. En cuanto a la logística, está confirmada la utilización de la misma dinámica de cambios que rigen la competición, manteniendo el reglamento vigente sobre revisiones y sustituciones, y subrayando que cada detalle está preparado para que el duelo se mantenga dentro de la intensidad y el control que exige un clásico de estas dimensiones.
Con la postergación de las prórrogas, el partido se convierte en una prueba de nervios y de ejecución. Si el resultado llega a ser igual al final del tiempo reglamentario, la moneda se lanza al aire en forma de penalti, sin extender la batalla más allá de la tanda decisiva. El vencedor avanzará a la final para enfrentar al ganador del encuentro entre Al Ahly y Cerámica Cleopatra, con la posibilidad de cerrar el ciclo de la competencia en un cierre que podría ser histórico para cualquiera de los dos conjuntos.
Resta saber si las cifras anteriores se repetirán en la cancha o si esta edición traerá un nuevo relato para una grada que ya ha visto de todo: goles, dramatismo y, sobre todo, mucha pasión por el fútbol egipcio. Y sí, si alguien pregunta por el guion, está claro: en el verde, la historia se escribe con cada toque y cada atajada, y mañana podría haber un nuevo capítulo para Zamalek o Pyramids.
Punchline del día: Si este partido fuese un tiro, la bala sería el silbato y la diana el minuto 90. Y si falla, siempre queda la segunda salida: la tanda de penales para decidir quién se lleva el título. Piece of cake, ¿no?
Punchline final: Prometimos humor ligero, pero el marcador podría hacerte reír a carcajadas o llorar de emoción; en cualquier caso, el balón siempre encuentra su camino, y a veces se toma su tiempo para decir “yo decido el final”.