Al filo de la caída en Old Trafford: ¿cuánto durará Amorim al frente del United?

Evolución de la era Amorim en el United

Cada día que pasa, el Manchester United parece retroceder, con una dinámica de resultados que no mejora pese a los cambios en la dirección técnica. En octubre de 2024, la propiedad decidió apartar a Erik ten Hag y colocar en su lugar a Rubén Amorim, pero un año después parece avanzar poco, y con pasos inciertos.

La pasada campaña comenzó con una sequía de derrotas en Old Trafford, cuando el equipo cayó frente a Tottenham, Liverpool y West Ham. Con Amorim al mando, la mejora prometida no llegó de forma contundente, y la sensación fue de que el rendimiento seguía estancado o incluso empeorando respecto a la era anterior.

La prensa británica, especialmente la Daily Mail, indicó que el United había conseguido solo 10 victorias en 34 partidos de Premier League bajo Amorim, y que la mitad de esas victorias fue frente a equipos que estaban ascendiendo de categoría. En un año, el equipo no logró encadenar dos victorias consecutivas en la liga, un síntoma claro de la inestabilidad que rodea al grupo.

Durante el periodo analizado, el club recibió fichajes ofensivos como un trío formado por Benjamin Sesko, Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, además de un portero joven; sin embargo, los resultados no reflejan todavía un cambio radical en la dinámica del equipo. Opta aportó una observación clave: el United acumula 4 puntos menos que en el mismo tramo de la temporada anterior.

En comparación con la temporada anterior, cuando en las primeras siete jornadas sumó 14 puntos bajo Ten Hag, Amorim obtuvo 10 puntos. Este desequilibrio numérico ilustra la complejidad de revertir una tendencia que ya se veía débil desde la anterior etapas del proyecto.

En cuanto a los hitos de Amorim, el equipo inició un tramo de victorias destacadas: un triunfo 4-0 frente a Everton en diciembre de 2024; un importante 2-1 ante el Manchester City en el derbi; y victorias en 2025 frente a Southampton (3-1) y Fulham (1-0). En febrero vencieron 3-2 a Ipswich Town, en marzo 3-0 a Leicester City y cerraron el curso anterior con un 2-0 ante Aston Villa en mayo.

En la temporada 2025-2026, las primeras jornadas dejaron dos triunfos: 3-2 frente a Burnley y 2-1 ante Chelsea; posteriormente, 2-0 frente a Sunderland en octubre, manteniendo cierta esperanza de que Amorim pueda estabilizar el proyecto, al menos por un tramo de tiempo.

En la actualidad, Manchester United ocupa la décima posición de la Premier League con 10 puntos (tres victorias y un empate, tres derrotas). Este contexto alimenta la discusión sobre la continuidad de Amorim y la posibilidad de un cambio si no se observan mejoras significativas a corto plazo.

El juicio de Paul Scholes El exmediocampista del club, Paul Scholes, dejó entrever que la destitución podría estar cerca: “Con Amorim, creemos que hemos llegado a un punto en el que ya no queremos hablar de despidos cada pocos meses; el United suele dar a sus entrenadores un periodo razonable, pero quizá este ya ha pasado”.

Scholes añadió que la afición no le reprocha directamente, pero sí percibe que después de una derrota ante Brentford, se vio que el club concedía más tiempo del necesario, y que la próxima cita ante Liverpool en Anfield se anticipa como una prueba de fuego en la que la derrota podría repetirse dadas las circunstancias actuales.

El veterano analizó que Amorim necesitaría sacar algo de esa visita a Anfield para cambiar la dinámica: “Si estuviera en su lugar, buscaría al menos un empate para no dejar que Liverpool se lleve el dominio; de lo contrario, la distancia con Arsenal, que llega a Anfield con ambición de campeón, podría agrandarse”.

En resumen, la imagen que deja el United es de una espiral descendente, con pocos indicios de una remontada contundente y con una plantilla que parece necesitar un revulsivo decisivo. La pregunta crucial: ¿quién dirigiría el club tras Amorim si se produjera un nuevo cambio? Muchos entrenadores evitarían sumergirse en ese “infierno” y, desde 2017, pocos han dejado huella duradera en el club, alimentando la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la dirección técnica.