Ali Al-Bulaihi: defensa veterano en lucha por su hueco, contrato asegurado pero futuro incierto
4 octubre 2025

Un muro de experiencia bajo presión
Ali Al-Bulaihi, defensa central de Al Hilal y de la selección saudí, ha visto cómo su protagonismo dentro del equipo se ha reducido y su presencia en el once titular ha quedado en entredicho. El técnico italiano Simone Inzaghi parece inclinarse por una pareja defensiva formada por Hassan Tembakti y Kalidou Koulibaly, dejando al capitán con menos protagonismo del esperado.
La dirección tomó la decisión de renovar su contrato hasta 2027, con el objetivo de proteger al defensa y capitán ante la presión de las críticas por su rendimiento y de mantener la estabilidad defensiva del club, que ha necesitado de su lucha y entrega en momentos clave.
Un verano caliente
Aunque la renovación se anunció, el nombre de Al-Bulaihi siguió en el centro del debate. Antes del inicio de la temporada, y sin ser titular en la Copa Mundial de Clubes, Inzaghi confió más en el fichaje Ali Lagami, ex defensa del Nassr, para reemplazar o complementar al veterano.
El club Al Ittihad fue de las entidades que sondearon su salida en busca de un defensa local que sustituyera a otros. A pesar de ello, Al Hilal mantuvo a Al-Bulaihi, pese a que la opinión del entrenador señalaba que no era el jugador titular indiscutible, y además se sumó el ingreso del defensa turco Yusuf Akçişik, que comenzó a tener cada vez más minutos.
La realidad es que, a día de hoy, el jugador ha disputado muy pocos encuentros oficiales de inicio esta temporada, lo que mantiene en el aire su futuro inmediato: ¿se quedará para luchar por su sitio o buscará un nuevo desafío en enero o al cierre del curso? En todo caso, la Copa del Mundo y la necesidad de volver a los planes de la federación, bajo Hervé Renard, añaden presión adicional para tomar decisiones definitivas.
Experiencia larga
Ali Al-Bulaihi, nacido en noviembre de 1989, figura como una de las primeras referencias defensivas que ha deslizado su sello en el fútbol saudí en los últimos años. Desde su llegada a Al Hilal en 2017, procedente del Al-Fateh, se convirtió rápidamente en pieza clave de la defensa, aportando solidez y liderazgo que se reflejó en las competencias nacionales y en la escena continental, además de su influencia en la selección nacional a lo largo de grandes torneos.
Debate y futuro incierto
Conocido por su carácter combativo en el terreno de juego, Al-Bulaihi ha sido objeto de críticas por su rendimiento reciente y por errores puntuales en encuentros importantes, lo que ha generado presión mediática y de los aficionados. Algunas declaraciones atrevidas han aumentado el tono del debate, admitiendo que circunstancias personales han afectado su concentración y rendimiento, aunque permanece como modelo de lucha y entrega al servicio de su equipo.
Sus enfrentamientos con estrellas del último tramo de la carrera han sido noticia inusual: a veces se le ha visto provocando a figuras como Lionel Messi o intentando incomodar a Cristiano Ronaldo, además de generar expectación entre aficionados y rivales por su estilo directo. Pese a ello, la afición esperaría siempre del líder defensivo que vuelva a brillar cuando el equipo lo requiera.
Con la renovación hasta 2027, la situación de Al-Bulaihi continúa siendo ambigua: su papel en el once titular depende de las decisiones técnicas y de la competencia interna. A medida que avanza la temporada, será clave ver si el capitán logra ganarse un hueco estable o si el club opta por un giro generacional en la zaga. Entre experiencia y controversia, Ali Al-Bulaihi sigue siendo un nombre de interés en la defensa saudí, con un futuro que puede ir en varias direcciones.
Entre la tradición de la defensa y la modernidad táctica, este es un caso que promete soluciones interesantes para Al Hilal y la selección. Ali, con años de lucha sobre el campo, continúa demostrando que, a veces, el verdadero valor no está en la juventud, sino en la perseverancia y la capacidad de mantenerse firme ante las dudas.
Y para cerrar con dos apuntes de humor, porque no todo es táctica: Punchline 1: si las críticas son balones, Ali ya sabe hacerles un control orientado y un pase filtrado rumbo a la portería del hambre de victorias. Punchline 2: cuando la gente pregunta si se va, él responde: “me quedo… al menos hasta que el balón me quiera a mí”.