Cuando Messi cumplió su promesa y Salah perdió el rastro de la gloria: ¿y si Barcelona hubiera ganado la Champions?

Qué pasó entonces

Antes de que comenzara la temporada 2019, la leyenda Lionel Messi asumió el brazalete de capitán del Barcelona tras la marcha de Andrés Iniesta. En la noche de la Copa Joan Gamper, disputada en el Camp Nou frente al River Plate, Messi lanzó una promesa a la afición: ayudar al Barça a recuperar la Champions League en los próximos años.

El propio capitán afirmó públicamente que haría todo lo necesario para traer la orejona de vuelta, una Copa que el club no levantaba desde hacía años. En aquella temporada, el Barça cayó en los cuartos de final de 2018 ante el Roma, con la derrota en la eliminatoria que dejó claro que no bastaba con el apellido para vencer los fantasmas europeos.

Luego llegó la realidad: el Barça cayó en semifinales ante el Liverpool, después de encargar una remontada imposible. El equipo vio cómo un 3-0 de casa se diluía en Anfield con un 4-0 contundente que dejó al club fuera de la competición, en un episodio que marcó a toda una generación de aficionados.

Y así, en el marco de la serie “¿Qué pasaría si?”, nos planteamos una pregunta central: ¿qué habría sido si Messi hubiese cumplido aquella promesa?

“La Champions representa una herida abierta para nosotros, especialmente por la forma en que nos despedimos”, declaró Messi aquella noche, refiriéndose a las eliminaciones de años anteriores. “Les prometo que haremos todo lo posible para que esta copa vuelva al Camp Nou”.

Sin embargo, el Barça no solo enfrentó un año de frustraciones en la Liga de Campeones; la campaña siguiente vino cargada de más altibajos y, en 2021, el equipo vivió otro giro importante en su historia reciente.

Aquel año, la aventura continental volvió a ser cruda. Liverpool, con suconstante presencia en finales, volvió a recordar la mística de Estambul, esa noche que dejó una herida imborrable en su historia.

La historia de “qué pasaría si” continúa con la idea de que quizá, si Barcelona hubiera triunfado en el 2019, la trayectoria de Salah y del propio club hubieran tomado rumbos distintos. El mundo del fútbol, sin embargo, nos regala estas preguntas para alimentar la imaginación de fanáticos y analistas por igual.

Salah y la herencia de Liverpool: Mohamed Salah se llevó aquel año el título que coronó su palmarés con el Liverpool, abriendo la puerta a grandes desafíos como la Supercopa y el Mundial de Clubes. Si Barcelona hubiera ganado en 2019, tal vez la historia de Salah habría seguido otro curso, con consecuencias para las trayectorias de ambos clubes y para las miradas de la afición global.

La saga de Estambul, una leyenda que no se puede borrar

Desde el triunfo histórico de Estambul en 2005, Liverpool ha buscado repetir aquella hazaña con regularidad, chocando con la realidad de finales recientes. Si la ruta continental del Barça en 2019 hubiera sido otra, el duelo entre Barça y Liverpool podría haber tenido un final distinto, y la añoranza de la afición habría tomado otros derroteros.

Salah, una figura que brilla en el presente: Mohamed Salah ha dejado huella en el fútbol moderno gracias a su rendimiento y a su colección de títulos con el club inglés. Si el Barça de ese año hubiera conseguido la gloria, es posible que el camino de Salah hubiera sido distinto, tal vez más poblado de trofeos europeos y menos de derrotas dolorosas en semifinales.

Sin embargo, lo inevitable: el final de una era: En agosto de 2021, Barcelona anunció la no renovación del contrato de su estrella histórica. Messi se despidió entre lágrimas, y el club enfrentó un cambio de rumbo que modificó la narrativa de sus próximas décadas. Aunque el hipotético regreso de la orejona podría haber cambiado todo, el destino deportivo puede ser impredecible y a veces cruel.

Qué pasaría si Messi hubiera cumplido la promesa

En un escenario paralelo, la promesa de Messi podría haber significado una era dorada para Barcelona: más ligas, más consistencia europea y una reconstrucción financiera distinta. Pero, como en toda historia de fútbol, cada decisión abre un puñado de puertas y cierra otras. El resultado podría haber sido tan brillante como improbable, dejando a Salah y a Liverpool en un tablero de ajedrez donde cada jugada cambia el tablero entero.