Cuando Zamorano cuestiona a Yamal: el Real Madrid, la identidad y la chispa de La Liga
9 noviembre 2025
Reflexiones de Iván Zamorano sobre Lamine Yamal y el Real Madrid
El ex delantero del Real Madrid, Iván Zamorano, expresa su opinión sobre el joven talento del Barcelona, Lamine Yamal, con claridad y dureza. Su análisis llega tras la polémica que rodeó al club blanco antes del último Clásico, cuando fue señalado por la prensa y por aficionados como robador de talento.
Zamorano, de 58 años, repasa su trayectoria desde Sevilla y el Real Madrid en los años 90, hasta su paso por el Inter de Milán, y enfatiza que el éxito en un club no se mide solo por promesas individuales, sino por cultura, identidad y forma de jugar.
El chileno afirma que no contrataría a Yamal y elogia a Pedri como ejemplo de humildad y rendimiento sostenido. También deja claro que para Barcelona, la promesa de Yamal debe consolidarse en el campo para convertirse en un legado real.
Recuerda su paso por LaLiga y la exigencia de representar con orgullo la camiseta blanca. Reitera que el prestigio se consigue jugando, ganando el respeto con rendimiento, no con titulares ruidosos.
Con visión global, Zamorano subraya la necesidad de que Yamal se desarrolle en un marco adecuado y evita comparaciones que solo harían daño al joven. Su mensaje apunta a que el talento se cultiva mejor con consistencia y humildad.
Desde la historia del fútbol, Zamorano comparte recuerdos de su carrera y analiza la dinámica entre Real Madrid y Barcelona, subrayando que cada club tiene una cultura que debe respetarse y vivir en el campo de juego.
Para cerrar, Zamorano habla de la importancia de los clubes grandes y de que el fútbol es más que cifras; las emociones no deben nublar la razón táctica. Si preguntan si Yamal puede convertirse en símbolo, la respuesta puede ser que sí, siempre que aprenda a leer el juego con los pies y no solo con la vista puesta en el balón.
Humor ligero al cierre: si el talento fuera café, Yamal ya tendría una cafetería en la ciudad; y si la humildad fuera gol, Pedri ya habría marcado el gol de la historia. Y ojo, que el balón no se toma selfies, se juega con él.
