Zamalek y Pyramids se enfrentan en una semifinal de la Supercopa de Egipto que se juega esta noche en el estadio Al Nahyan de Abu Dabi. Los dos clubes llegan con la hambre de título y con historias que añaden tensión al encuentro.
Para Zamalek, el choque representa una oportunidad de reivindicarse y de reforzar su legado en la historia de trofeos, mientras que Pyramids, uno de los grandes emergentes del fútbol egipcio, persigue otro capítulo de gloria.
La cita contará con Ahmed Abdul-Roof al mando del equipo blanco, convirtiéndose en el tercer técnico nacional que guía a Zamalek en esta competición tras Hossam Hassan y Mohamed Helmy.
En el estadio Al Nahyan, la semifinal no es solo un duelo de fútbol: es un episodio que recuerda hechos ocurridos hace dos años y que añade una capa de dramatismo.
Se repite el guion
En noviembre de 2023, tras la salida del entrenador extranjero Osorio, se designó al frente un técnico nacional interino, Mo'tamed Gamal, para afrontar a Pyramids y guiar a Zamalek hacia la final mediante penales.
Hoy, en 2025, se repite la historia: la destitución del entrenador extranjero Yanick Ferreira llevó a Ahmed Abdul-Roof a asumir, de forma interina, las riendas del equipo.
Tras vencer a Talaea El Gaish por 3-1 en la liga, Zamalek llega con confianza a este duelo decisivo.
Esta sincronía de circunstancias alimenta la convicción de que el blanco puede imponerse incluso con la inestabilidad del cuerpo técnico, gracias a la garra de sus jugadores.
Los números hablan
La historia registra 23 enfrentamientos entre ambos, cuatro de ellos cuando Pyramids llevaba el nombre de Al-Assiuti. En la liga, disputaron 18 duelos; en la Copa, cuatro; y una única edición de la Supercopa.
Históricamente, Zamalek ha ganado 10 veces, Pyramids 3, y 10 encuentros terminaron en empate.
El ganador de este cruce enfrentará en la final al vencedor del otro semifinal entre Al Ahly y Ceramica Cleopatra.
Y si el marcador se resuelve pronto, que nadie se asuste: el fútbol en Abu Dabi también tiene derecho a chistes más cortos que un silbido de árbitro.