El rescate que nadie pidió: ¿puede Amorim salvar a un Manchester United al borde del naufragio?
30 septembre 2025

Contexto reciente y movimientos de verano
El entrenador portugués Rubén Amorim se vio obligado a replantear algunas de sus decisiones previas, marginando a varios jugadores para intentar deshacerse de ellos y abrir espacio en la plantilla.
Durante el mercado estival, el Manchester United deshizo vínculos con varios integrantes que ya no entraban en sus planes: Jadon Sancho, Antony, Marcus Rashford y Alejandro Garnacho.
Sancho fue cedido al Aston Villa tras un año a préstamo en Chelsea; Rashford pasó a Barcelona por una operación similar, mientras que Antony y Garnacho se fueron de forma definitiva a Real Betis y Chelsea, respectivamente.
El lateral holandés Tyrell Malasia no encontró club y continuó en Old Trafford, entrenando aislado durante el verano.
La situación de Malasia y las posibles salidas
Intentó cerrar una cesión al Elche de España antes de que cierre el mercado, pero no se concretó. Después hubo conversaciones para un traspaso a la liga turca, que también no se materializó.
Durante ese periodo, Malasia entrenó con el equipo reserva hasta que se resolviera su futuro.
Según Daily Mail, Amorim decidió que Malasia volviera a entrenar con el primer equipo por no haber logrado encontrarle destino, una decisión que el propio entrenador había anticipado en agosto cuando afirmó que algunos jugadores buscaban jugar en otro club y que se trataría de encontrar una solución que satisfaga a todos.
Desde su llegada al United en 2022 desde Feyenoord, por 14.6 millones de libras, Malasia no ha disputado demasiados partidos: 39 en total. Sufrió una grave lesión de ligamento que requirió dos operaciones, y la pasada campaña regresó para jugar 8 veces antes de ir a Eindhoven en enero, donde sumó 12 encuentros y festejó un título de liga.
¿Puede haber una salida y qué significa para el juego?
Una lectura posible es que Amorim busca reintegrar a Malasia para futuras convocatorias, con la esperanza de rescatar algo de un inicio de temporada desastroso para la entidad.
El técnico insiste en que su estilo de juego no es el origen de los problemas y admite que las fallas, como goles evitables de balón parado o la pasividad en la marca, no son ajenas a la estrategia 3-4-3, y que hay que afrontarlas con responsabilidad.
La derrota ante Brentford expuso la magnitud del bache: United acumula 34 puntos en 33 jornadas de la Premier League, a 1.03 puntos por partido, lo que proyecta unos 39 puntos en la campaña. Esto sitúa al equipo en una zona dolorosa de la clasificación y, ante la caída de los grandes, la afición se ha permitido una broma ácida al ritmo de un canto de rival: en la versión de los aficionados de Manchester City, “los Reds caerán”.
Si no hay cambios estructurales, esa broma podría volverse una realidad dolorosa para la historia del club.
Notas finales: Humor ligero para cerrar: como diría un gran comediante, “la táctica sin defensa es como un chiste sin remate: se cae cuando el rival llega”.