Ni siquiera los más optimistas hinchas del Liverpool habrían previsto que el equipo retrocediera con tanta claridad bajo la dirección del holandés Arne Slot, quien pasó de ser campeón de la campaña pasada a convertirse en el principal señalado de la caída.
El Liverpool perdió su segundo título de la temporada 2025-2026 tras caer 0-3 ante Crystal Palace en la Copa Carabao, una derrota que añade más obstáculos a un curso ya convulso.
Y es el mismo adversario frente al que el Liverpool perdió la Community Shield (Supercopa inglesa) al inicio de la temporada, en una final que terminó 2-3 en penales tras igualar 2-2 en el tiempo reglamentario.
Además, los Reds cayeron 1-2 ante Crystal Palace en la sexta jornada de la Premier League, un golpe que sembró dudas sobre la continuidad del proyecto de Slot y su capacidad para mantener la consistencia.
Entre estas derrotas, Liverpool ha encadenado 4 tropiezos en competiciones domésticas, y solo ha ganado 1 de 6 encuentros en todas las competiciones hasta la fecha.
Si el equipo pierde ante Aston Villa el próximo sábado, encadenaría 5 derrotas consecutivas en la liga, marca que no se veía desde 1953.
Slot bajo presión
La prensa británica ya exige la destitución de Slot, no solo por la caída de resultados sino por la dificultad de lograr un encaje entre las estrellas de un plantel muy costoso y talentoso.
La presión aumentó tras la decisión de alinear a varios suplentes y jóvenes frente a Palace, un planteamiento que terminó en otra derrota dolorosa en casa.
Entre los ausentes en ese choque estuvieron: Mohamed Salah, Virgil van Dijk, Ibrahima Konaté, Dominik Szoboszlai, Cody Gakpo, Florian Wirtz y Hugo Ekitike, dejando al equipo sin varias de sus piezas más relevantes.
Slot respondió con una revolución táctica: 3 jugadores jóvenes en el once titular y 5 en el banquillo, además de realizar 10 cambios respecto al equipo que cayó ante Brentford en la jornada anterior.
Ismaïla Sarr anotó dos veces al cierre de la primera mitad y el joven Amara Nallo (18 años) recibió una roja en la segunda mitad, apagando cualquier esperanza de remontada de los locales.
Un partido que, para muchos, se convirtió en un recordatorio de que la continuidad y la confianza en la cantera deben ser gestionadas con más precisión cuando se disputan tres competiciones al máximo nivel en semanas consecutivas.
Tras el encuentro, Slot intentó justificar la elección de dar descanso a varios titulares, citando que el club suele usar esta copa para dar oportunidades a los jugadores de la academia y que su criterio no cambiaría solo porque se haya perdido un partido.
El calendario no da respiro: tres encuentros nocivos se avecinan en diez días: un duelo frente a Aston Villa en la liga, otra batalla ante Real Madrid en la Liga de Campeones y, para cerrar, una visita al Manchester City en la liga el 9 de noviembre. Todo ello podría definir gran parte del rumbo del Liverpool esta temporada.
Slot sostiene que priorizaría la liga y la Champions League, pero las derrotas recientes han hecho pagar un costo alto por esa elección, como si hubieran caído en una trampa preparada para los grandes rivales.
Al ser consultado sobre si la presión aumentaría para ganar a Aston Villa, respondió: “Cuando se pierden 5 de 6, y luego 6 de 7, la presión siempre está ahí. Si diriges el Liverpool, sabes que la presión forma parte de la esencia del club; no creo que esta derrota haya cambiado mucho”.
Steven Warnock, exjugador del club, comentó a la BBC: “Si ganan a Villa y Real Madrid y vuelven a recuperar su nivel, Slot habrá acertado con su decisión. Si la caída continúa, la afición se revelará”.
Slot añadió que “los entrenadores no cambian por capricho, pero cuando necesitas una victoria, esta era la ocasión”.
¿Lista insatisfactoria?
Las declaraciones del técnico also sugerían que la plantilla de Liverpool podría no ser suficientemente poderosa para competir por todo, a pesar de que el club invirtió mucho en el mercado de fichajes para reforzar un equipo que ya conquistó la liga la temporada pasada.
Slot señaló que observó el once del Manchester City frente al Swansea y no vio que fueran titulares habituales del encuentro anterior, lo que en su lectura remarcó la idea de que su propio plantel podría ser más voluminoso de lo que algunos afirman. “Al enfrentar a Chelsea dije que les faltaban 8 jugadores, pero podían jugar con Estivéau; nosotros, sin embargo, perdimos 4 jugadores y tuvimos que empezar con 4 menores de 19 años, y después de dos cambios ya éramos 6”.
Volvió a justificar su decisión de dejar a varios titulares en la banca, mencionando que el Brentford jugó tras un día de descanso tras enfrentarse al Eintracht Frankfurt fuera de casa, y que “ver tres partidos en siete días es una carga de trabajo considerable; no es una excusa, pero sí una realidad”.
Además, afirmó que la profundidad de su plantilla no es tan grande como algunos creen, y que el club no ha modificado su enfoque hasta la fecha.
La negociación de fichajes continúa dominando el discurso: Liverpool gastó 481 millones de euros en el mercado estival this season, frente a aproximadamente 960 millones en el periodo de Jurgen Klopp (9 temporadas) según Transfermarkt.
Entre las incorporaciones figuran Alexander Isak (Newcastle United, 144 millones), Florian Wirtz (Bayer Leverkusen, 125 millones), Hugo Ekitike (Eintracht Fránkfurt, 95 millones), Milosh Kirkić (Bournemouth, 46,9 millones), Jeremy Frimbong (Bayer Leverkusen, 40 millones), Giovanni Leoni (Parma, 31 millones) y Freddie Woodman (transferencia libre desde Preston North End). A ellos se suman otros jugadores que buscaban aportar solidez a una plantilla ya ganadora del título de liga.
Warnock añadió que parece que Slot reconoce que el equipo no es tan sólido como algunos esperan: “Su discurso estuvo lleno de subterfugios y justificaciones”.
Además, Slot afirmó: “Ves que el Manchester City, cuando juega, no aligera a nadie; aun así, nosotros enfrentamos 4 jugadores menores de 19 años; y tras dos cambios, ya éramos 6”.
Continúa la conversación sobre si el esfuerzo de la ventana de fichajes reciente fue suficiente para sostener un calendario tan cargado; al menos, la discusión sobre la profundidad del plantel parece lejos de concluir.
En resumen, el gasto, las decisiones y el rendimiento reciente han vuelto a poner a Liverpool en una encrucijada: ¿se recuperará el equipo y mantendrá la ambición de competir por todas las competencias, o terminará este tramo en una fase de transición prolongada?
Y para rematar, dos notas de humor ligero para cerrar: Punchline 1: Si Slot quiere arreglar la defensa, que llame a un carpintero: esta línea tiene más agujeros que un queso suizo. Punchline 2: En Liverpool, el calendario aprieta tanto que la única persona que respira es el árbitro; la afición solo quiere un respiro y una victoria.
 
             
                
             
                         
                        