La salida de Arnold desnuda las fisuras de Liverpool: ¿transición o colapso inminente?
17 octubre 2025

Desajustes de cohesión
Puede que la situación actual en Liverpool no sea una crisis total, pero sí un claro aviso para un equipo que ha encajado tres derrotas consecutivas en todas las competiciones.
Si bien las derrotas en la liga llegaron con goles letales en los momentos decisivos y cada resultado podría justificarse por separado, el contexto general no puede ignorarse: Liverpool, a pesar de ganar los primeros cinco partidos de la temporada, no jugó bien ninguno de ellos.
El entrenador holandés Arne Slot aún lucha por encontrar la fórmula adecuada de su once, y parece que los refuerzos aún no se han integrado plenamente al equipo.
Si la campaña pasada Liverpool mostró un equipo compacto y disciplinado, que jugaba de forma calmada y controlada con resultados seguros como 2-0, esta temporada presenta una versión más caótica y expuesta en el medio, como si el club estuviera en una transición tardía tras la marcha de Jürgen Klopp.
Cambio táctico
Al inicio, parecía que el problema mayor era la transición de 4-3-3 a 4-2-3-1 para darle minutos al alemán Florian Wirtz como enganche, pero ese cambio rompió la armonía que ofrecía la tripleta del centro, formada por Ryan Gravenberch, Alexis Mac Allister y Dominik Szoboszlai.
Además, Mac Allister aún no ha recuperado su nivel tras una lesión muscular, mientras que Wirtz sigue buscando su encaje con los compañeros.
Por ello, Slot volvió recientemente al sistema antiguo (4-3-3); sin embargo, persisten los problemas: defensa desorganizada, centrales aislados, especialmente tras la caída del rendimiento de Ibrahim Konaté.
Ausencia de Arnold y su impacto
La salida de Trent Alexander-Arnold ha dejado un vacío táctico significativo. En el fútbol internacional, muchos entrenadores buscan laterales que sean como los clásicos y no creadores de juego; Arnold era un jugador único que pasaba y ofrecía equilibrio.
Sus pases largos precisos y su papel en la construcción eran clave. Sin él, el equipo ha perdido movilidad y claridad en la salida.
En el fútbol moderno, donde la organización defensiva y la rotación son exigentes, la ausencia de un timón como Arnold se nota especialmente cuando el equipo intenta mantener el control del juego en medio del caos del tanteo actual.
Los pases largos y la creación del equilibrio
Lo que Liverpool echa en falta son dos elementos fundamentales que definían a Arnold: sus pases largos (30-40 yardas) que a menudo liberaban a Salah por la banda derecha y le daban el espacio para perforar las líneas; y su papel en la construcción, cuando podía convertirse en pivote adicional junto a Gravenberch para aportar equilibrio técnico.
En contraste, Jeremie Frimpong, llegado desde Bayer Leverkusen, aporta un perfil distinto: un lateral ofensivo que prefiere conducir la pelota por la banda izquierda en lugar de profundizar; este enfoque podría servir a Salah a largo plazo, pero el equipo necesita más armonía que la que ofrece este perfil.
Aun así, Salah parece desconectado de los nuevos delanteros, y le faltan las diagonales que recibía de su compañero por la derecha.
El desafío por venir
Es natural que cualquier sistema nuevo tenga problemas al inicio, especialmente tras cambios de esta magnitud, pero lo más llamativo es que el problema está más relacionado con la salida de Arnold que con los refuerzos: se fue un jugador con un sello artístico único, que pasaba, equilibraba y daba identidad táctica a la banda derecha.
Mientras Slot intenta reconstruir al equipo a su imagen, Liverpool, al menos por ahora, paga el precio de la ausencia de un jugador que convirtió la banda derecha en un polo de innovación dentro del fútbol moderno.
Notas de humor: si esto es una transición, que alguien traiga un manual de instrucciones; porque aquí el engranaje parece silbar como un viejo portátil. Y si todo falla, siempre quedarán los goles de larga distancia desde los laterales para darle drama al minuto 95. Pregunta seria: ¿alguien sabe dónde está la tecla “reset” del Liverpool?