Rafinha sueña en grande: persiguiendo el Balón de Oro con el Barça
13 noviembre 2025
Rafinha apunta a un Balón de Oro: ¿otra vez en la pelea?
Rafinha, la estrella del Barcelona y de la selección brasileña, afirma que no ha perdido sus opciones de ganar el Balón de Oro al mejor jugador del mundo.
Entrevistado por la revista GQ, declaró: “Creo que tendré la oportunidad de levantar el Balón de Oro en el futuro; el fútbol está lleno de altibajos y aún me esperan años para cumplir nuevos retos”.
El internacional brasileño añadió: “Estar en quinto lugar en la clasificación de esta temporada me motiva, no me presiona, porque conozco bien mis capacidades”.
Asimismo señaló: “El Balón de Oro es un galardón individual, pero el fútbol es un deporte colectivo; al mirar todo lo logrado con Barça y la selección, doy gracias a Dios en lugar de sentir frustración; lo conseguido es maravilloso y estoy agradecido”.
Concluyó Rafinha: “Lo logrado me motiva a seguir y a mantener un rendimiento sólido”.
Inicio fuerte
Rafinha, de 28 años, se unió al Barça en el verano de 2022 procedente del Leeds United y ayudó a su llegada a conquistar el título de liga y la Supercopa de España en su primer año bajo Xavi Hernández.
En su segundo curso, el equipo no levantó trofeos y se dio por terminada la era de Xavi tras el final de la temporada 2023-2024.
El internacional brasileño resurgió la campaña pasada bajo el mando de Hans Flick y volvió a ser pieza clave del ataque azulgrana junto a Lamine Yamal y Lewandowski, contribuyendo a lograr la triple corona doméstica: Liga, Copa del Rey y Supercopa; aunque el equipo cayó en semifinales de la Champions ante el Inter de Milán.
Rafinha brilló especialmente en los clásicos, anotando 6 goles en 4 encuentros frente al Real Madrid, en finales de Copa y Supercopa, y en otros duelos de La Liga.
Un inicio más discreto
Este curso el inicio de Rafinha fue más tibio; estuvo varios meses fuera por lesión. En 7 apariciones logró 3 goles y 2 asistencias; en total el brasileño acumula 57 goles y 53 asistencias en 151 partidos con la camiseta del Barça en todas las competiciones.
Comenzó su trayectoria en el Atlético Paranaense (Avai) de Brasil, y en Europa pasó por Vitória de Guimarães, Sporting de Lisboa, Rennes y Leeds United, club del que partió al Barcelona por 45 millones de euros.
Más allá de su deseo de ganar el Balón de Oro, la mala racha defensiva de Barcelona ha causado preocupación: la ausencia de Rafinha en poco más de un mes dejó desequilibrio notable, especialmente en la banda izquierda, que se convirtió en una debilidad evidente.
La ausencia de un jugador que también aporta presión alta y apoyo defensivo dejó un vacío significativo en el sistema; no solo afectó el ataque, también puso al equipo ante un dilema táctico real.
Según la prensa española Mundo Deportivo, la ausencia de Rafinha afectó la estructura global del equipo. Aunque el brasileño había marcado 34 goles la temporada pasada, su energía y el impulso de ataque eran clave para el ataque del Barça.
Su presencia parecía frenar el avance de rivales por la banda izquierda, que ahora es un camino libre hacia la portería azulgrana, en medio de una defensa menos cohesionada.
Este desgaste se hizo más evidente en el partido contra Club Brugge en la Champions, que terminó en un empate 3-3, cuando el equipo no logró imponer el juego de presión adelantada de Flick; en la derrota se escucharon críticas de que “en Brujas faltó el espíritu de lucha; ojalá esté en la siguiente jugada ante Celta”.
Las críticas más duras se centraron en la banda izquierda, descrita por cercanos como “el camino rápido” hacia la portería del Barça.
Además, el rendimiento de Marcus Rashford también fue motivo de preocupación, ya que no logró presionar al rival ni apoyar a Balde o la defensa en general.
Punto débil
Con la caída en la disciplina defensiva y la presión de grupo, el equipo mostró dificultad para contener los ataques, haciendo de la banda izquierda una debilidad clara en la estructura de Flick.
Aunque el técnico alemán no culpó directamente a ningún jugador, el ambiente en el club refleja la preocupación por esa brecha, que podría costar puntos en lo que queda de temporada.
La solución no será sencilla: Barça necesita recuperar el equilibrio en la banda izquierda y corregir errores defensivos, a la espera del regreso de Rafinha, clave para la disciplina y cohesión del sistema de Flick.
Imagen: Getty Images.
Si el Balón de Oro fuera una pizza, Rafinha ya habría pedido extra queso. Y si no llega, siempre quedarán sus regates como clase magistral de paciencia para los que miran y aprenden.