El arrepentimiento de Aubameyang: el fichaje por Chelsea que no salió como esperaba
13 noviembre 2025
Mala racha en Chelsea
Pierre-Emerick Aubameyang, delantero de Marsella y de la selección de Gabón, describe su llegada al Chelsea en 2022 como un “error garrafal” y cuenta los motivos que rodearon ese traspaso que parecía volver a unirlo con su antiguo entrenador Thomas Tuchel.
Su trayectoria comenzó en Arsenal en 2018, tras abandonar el Borussia Dortmund, pero su paso por Londres estuvo marcado por diferencias con Mikel Arteta y terminó tras cuatro años con un traspaso a Barcelona.
Aunque parecía un movimiento estratégico para revitalizar su carrera, la llegada de Tuchel se vio seguida rápidamente por un cambio de entrenador: Graham Potter reemplazó a Tuchel apenas unos días después, y Aubameyang vivió un periodo turbulento en el club londinense, que dejó huella en su rendimiento y en su relación con la afición.
El periodo en Chelsea fue de altibajos y, pese a la expectativa, el rendimiento del delantero no alcanzó las cifras soñadas, con minutos limitados y una presión mediática que no favoreció su recuperación de forma.
Pero la historia no se quedó solo en el terreno de juego: la vida fuera de él también dejó su marca en el jugador y en su familia, con un episodio que cambió la dinámica de su temporada.
El asalto y su impacto mental
En medio de esta etapa complicada, Aubameyang vivió un asalto a su casa en Castelldefels, cerca de Barcelona, en el que cuatro personas amenazaron a él y a su esposa y les propinaron violencia. El robo incluyó joyas, relojes y un coche, y el atacante dejó al delantero con una huella psicológica que se hizo notar en la forma en que afrontaba los partidos tras el incidente.
Durante ese periodo, Aubameyang tuvo que jugar con una máscara protectora hasta que encontró cierta estabilidad. En enero, el jugador habló abiertamente sobre el impacto emocional: noches sin dormir, pesadillas y un miedo constante que afectó no solo su rendimiento, sino también la sensación de seguridad de su familia, especialmente de sus hijos cuando quedan solos.
Un renacer en Marsella y la ruta hacia el Mundial
Tras ese año marcado por la adversidad, Aubameyang dio un giro e inició una nueva etapa en el Olympique de Marsella en 2025, tras una breve experiencia en la liga saudí con un club de la Primera División. En la temporada actual ha participado en 14 partidos entre todas las competiciones, con 5 goles y 6 asistencias, mostrando señales claras de recuperación y de volver a sentirse decisivo en el campo.
En Ligue 1, ha disputado 10 encuentros, con 4 goles y 3 asistencias; en la UEFA Champions League, 4 apariciones con 1 gol y 3 asistencias. En la campaña 2024-2025 había probado suerte en Arabia Saudita con Al-Qadsiah antes de regresar a Europa y retomar su rendimiento en un club europeo de primer plano.
Respecto al Mundial, Aubameyang prepara junto a la selección de Gabón una campaña para lograr un cupo histórico. Gabón avanzó a la repesca africana y, si supera a Nigeria en Rabat, enfrentará al ganador del choque entre Camerún y la República Democrática del Congo en la final de la repesca. El cuadro gabonés terminó segundo en su grupo, con 25 puntos, detrás de Costa de Marfil, y ya mira hacia marzo como la gran oportunidad para sellar su boleto mundialista. En la fase de clasificación, Aubameyang fue suspendido para un partido ante Burundi, y dejó una marca con un histórico “hat-trick” de 4 goles en una jornada clave que impulsó la clasificación hacia la repesca. El camino hacia el Mundial se mantiene vivo, con la ambición de superar obstáculos y cumplir sueños.
Moraleja para el show business del fútbol: cuando la vida te da una invasión en casa, tú conviértela en un gol que te permita volver a la cancha con la cabeza en alto. Y si Chelsea aprendió algo de este episodio, que sea a reír… porque si el talento manda, el rendimiento también encuentra su camino, incluso cuando el guion parece escrito por el destino. En fin, Aubameyang podría escribir un libro: “De Londres a Rabat, y de vuelta a la redención”.
En resumen, el fútbol es un juego de altibajos: a veces el fichaje promete gloria y termina siendo un aprendizaje difícil, pero la historia de Aubameyang demuestra que el talento y la resiliencia pueden regresar con fuerza cuando menos se espera. Y sí, la vida real también tiene sus chistes: si la banca del banquillo te da miedo, recuerda que el humor es el mejor recambio para no perder la fe en el gol final.