Salah a punto de escribir otra página histórica ante el Eintracht Frankfurt en la Champions

Salah, ¿a punto de escribir una página histórica contra el Eintracht Frankfurt?

Mohamed Salah podría escribir otra página histórica cuando Liverpool visite al Eintracht Frankfurt en la Champions League. El delantero necesita solo dos goles para alcanzar la marca de 250 goles con el club en todas las competiciones, según el sitio oficial del club. Aun así, la forma del equipo y sus vivencias recientes condicionan ese hito.

Este año Salah ha disputado 11 encuentros con Liverpool en todas las competiciones, marcando 3 goles y repartiendo 3 asistencias. No ha podido perforar la portería en sus últimos 5 choques frente a Manchester United, Chelsea, Galatasaray, Crystal Palace e Everton.

En comparación con la temporada pasada, cuando cerró con 57 aportes (34 goles y 23 asistencias), la caída ha sido notable; y su posición en la Premier League y en la Champions ha mostrado signos de presión y dudas.

El Liverpool ha cambiado su sistema tras la salida de Trent Alexander-Arnold, lo que ha reducido la precisión de los pases que llegan a Salah. En la pasada temporada, Alexander-Arnold entregó 147 pases que rompen líneas a Salah, 37 de los cuales dejaron a Salah en situaciones de gol. Este curso, el protagonismo de Salah se ve limitado por la circulación repartida entre varios jugadores.

El Liverpool continúa liderando pases progresivos (444 en la temporada), pero el balón ya no llega de forma tan precisa hacia su delantero como antes. El entrenador Arne Slot ha probado diversas soluciones, con Dominik Szoboszlai, Florian Wirtz y Connor Bradley aportando juego creativo, pero la conexión con Salah no ha sido la misma.

En el rendimiento de Salah se ve que la creatividad se mantiene, pero la finalización y la distribución de asistencias han cambiado por la nueva estructura de equipo y por la menor llegada a la zona de remate.

Además de las cifras, está la dimensión humana. En julio, Salah sufrió la pérdida repentina de su amigo y compañero Diogo Jota, lo que dejó una huella en el vestuario de Liverpool. El día del triunfo ante Bournemouth, el público entonó la canción de Jota y mostró su apoyo al delantero, un recordatorio de la dimensión personal de este deporte.

Si Salah mete dos, la historia dirá que el balón encontró a su mejor amigo: la portería. Si no mete, al menos el estadio aprenderá la técnica del suspense: un partido sin goles es puro entretenimiento para narradores de memes veteranos.