Susto y estrategia: la estrella saudí fuera de combate antes del choque decisivo contra Irak
11 octubre 2025

Actualidad del encuentro y estado de forma
El hospital de la selección saudí recibió a un nuevo “paciente” en estas últimas horas: uno de sus referentes se quedó fuera de la sesión de entrenamiento previa al choque ante Irak, programado para el martes en las repescas asiáticas que otorgan un ticket al Mundial 2026.
Según el diario Al-Riyadiya, Abdullah Al-Hamdan, delantero de la selección saudí, padeció un resfriado que lo apartó de la práctica disputada por los Halcones la tarde del sábado.
La información añade que el resto de los jugadores trabajó en la sesión celebrada en el anexo del Estadio Enama de Jeddah, bajo la supervisión del entrenador francés Hervé Renard.
La sesión comenzó con calentamiento, siguió con ejercicios de posesión y trabajos tácticos variados, y concluyó con una división en dos equipos en toda la cancha y estiramientos finales.
Al-Hamdan, de 30 años, estuvo en el banco durante el encuentro frente a Indonesia, disputado en Enama y que terminó con victoria de los Verdes 3-2.
Exclusión de Al-Aboud
Renard decidió excluir a Abdullah Al-Aboud, extremo del Al-Ittihad, de la convocatoria para el duelo ante Irak tras la lesión sufrida en los entrenamientos del jueves anterior.
Los exámenes médicos revelaron una lesión en la mandíbula, y el jugador fue derivado a un médico especializado en un hospital de Jeddah para coordinar el plan de tratamiento entre el cuerpo médico de la selección y el club.
Al-Aboud, que ha vestido las camisetas de Al-Ettifaq y Al-Arabi en el pasado, tuvo su etapa más prolongada con Al-Ittihad, al que representó en 148 partidos, marcó 13 goles y dio 22 asistencias.
En el plano internacional, Al-Aboud acumula 11 partidos y dos goles; su debut internacional se produjo a finales de 2021 y también aportó con el club en la pasada temporada, cuando el equipo logró un doblete en la liga y la copa.
Valor de mercado
El diario Al-Yawm comparó las cotizaciones de las dos selecciones, y la plantilla saudí alcanza aproximadamente 30,6 millones de euros, con Firas Al-Brikaan a la cabeza en 4,5 millones, seguido de Mushab Al-Jowair en 4 millones y Saud Abdulhamid en 3 millones; Hassan Tembakti (1,6 millones), Salem Al-Dosari (1,5 millones) y Nofal Bashoul (1,3 millones).
La selección iraquí, por su parte, se estima en 22,48 millones de euros; Zidan Iqab encabeza la lista con 4 millones, seguido de Montazar Maqed (2,5 millones) y Marco Faraj (2,2 millones), con Imar Shir (1,3) y Mohand Ali (1,2) entre los más destacados, y otros como Ibrahim Bayesh y Bashar Rasn completando la tabla.
Alternativas de plan B
Se confirmó la ausencia de Mohammed Kanno y Abdullah Al-Aboud ante Irak. La prensa citó a Renard, que podría recurrir a Ziad Al-Jehani para cubrir la baja de Kanno.
Renard también espera contar con Abdullah Al-Hamdan como carta ganadora, con indicios de su regreso a los entrenamientos colectivos el domingo, tras ausentarse el sábado por el resfriado.
Fuente de optimismo para los Verdes
El estadio King Abdullah —hoy conocido como Estadio Enama— se ha convertido en un símbolo de confianza para el público saudí, gracias a los resultados habituales que el equipo consigue en casa.
En Enama, la selección saudí acumula 15 encuentros sin perder: 12 victorias y 3 empates, con 32 goles a favor y solo 9 en contra. La última victoria frente a Indonesia, 3-2, alimenta la esperanza de que el equipo pueda mantener su buena dinámica ante Irak y sellar su boleto directo a la Copa del Mundo 2026.
Ventaja histórica
La selección saudí mantiene una hegemonía histórica sobre Irak en las eliminatorias mundialistas: de seis duelos, los Saudíes han ganado cinco y empatado uno. Además, Saudíes batieron a Indonesia 3-2, mientras Irak goleó a Indonesia por la mínima. En este marco, quien gane el martes conseguirá de inmediato su pase a la fase final del Mundial 2026, que tendrá lugar en Estados Unidos, Canadá y México.
—Punchlines—
Y si la mandíbula se pone rebelde, al menos el entrenador tiene la voz para calmarla: el plan es simple, la táctica clara y el balón… bueno, ese sí que sabe dónde está el arco, aunque a veces prefiere tomarse un descanso en la banda.
Si el partido se complica, siempre podemos culpar al reloj que corre más rápido que las piernas: a veces, los minutos marchan más de prisa que la alegría de la afición.