Villarreal vs Barcelona: la Liga se desata por una jugada fuera de España que promete cambiar el juego
22 octubre 2025

La decisión de LaLiga provoca un choque entre organizadores y clubes
El Villarreal denunció un choque entre la Liga y la viabilidad de disputar el encuentro ante el Barcelona en Miami, inicialmente fijado para diciembre. El choque no solo afecta a dos equipos, sino a un plan de expansión internacional que la Liga venía promoviendo, con un impacto directo en aficionados y patrocinadores.
La Liga española anunció la cancelación del partido que se debía jugar el 21 de diciembre en la ciudad estadounidense, y que se trasladaba al estadio de La Cerámica en España para la versión local del encuentro. El club castellonense señaló que la propuesta de jugar fuera de España no debe hacerse a costa de la transparencia ni de la seguridad organizativa.
Villarreal afirmó haber mostrado disposición a colaborar, condicionando que los ingresos se destinen a compensar a sus aficionados perjudicados por el cambio y que ninguno de los dos clubes obtenga beneficios económicos del evento. El club aseguró haber seguido todos los procesos y esperar respuestas oficiales de autoridades competentes, pero indicó que no recibió avances claros.
Según el club, la reunión clave prevista para tomar una decisión se pospuso y, ante la falta de garantías organizativas, no descartaron retirar su participación. La Liga comunicó la cancelación por vía telefónica poco antes de un encuentro europeo, solicitando confidencialidad, pero emitió un comunicado oficial posterior que Villarreal consideró poco respetuoso y carente de responsabilidad.
En su mensaje, Villarreal señaló la intención de la Liga de utilizar mercados internacionales para ampliar la presencia de la competición, aun cuando reconocen que la experiencia debe gestionarse con rigor. El club lamenta que la idea general no haya sido acompañada de medidas claras para preservar la integridad de la competición y el marco regulatorio.
Entre las causas de la decisión, la prensa citó a la empresa organizadora Relivent, que habría retirado su apoyo por el ambiente de incertidumbre en España durante las últimas semanas. Todo se complicó cuando Real Madrid volvió a expresar su oposición a jugar fuera de España, una postura en la que ya había insistido en agosto. UEFA, por su parte, dio su visto bueno inicial sin huecos legales, pero los acontecimientos posteriores llevaron a la anulación definitiva.
La Liga afirmó que avanzar con un partido fuera de España habría supuesto una “gran oportunidad” para la expansión mundial sin perjudicar la integridad de la competición, y que las asociaciones deportivas corroboraron esa verificación. A su vez, la resistencia no se limitó a un club: los jugadores españoles también mostraron su escepticismo en la jornada anterior, con protestas en la normalidad de la competición, salvo algunos equipos que respetaron un pequeño gesto simbólico de protesta.
Es interesante recordar que, aunque FIFA dio una aprobación inicial para permitir encuentros de ligas nacionales fuera de su territorio, la interpretación de cada órgano regulador cambió la perspectiva de la jugada. El episodio marca, para muchos, un límite en el intento de internacionalizar LaLiga sin una base sólida de protocolo y supervisión.
En resumen, la idea de jugar fuera de España no es nueva: ya en 2018 se intentó un amistoso en Miami entre Girona y Barcelona que no cuajó, y hubo otros intentos entre Villarreal y Atlético de Madrid, o Barça y Atlético, que no prosperaron. Esta vez, la Liga parecía estar a un paso de lograrlo, hasta que la realidad regulatoria y las dudas de seguridad pesaron más que las ganas comerciales.
Al cierre, la Liga aseguró que la futura expansión requerirá garantías claras y el necesario consenso de las entidades regulatorias para evitar que un proyecto ambicioso termine siendo una lección de gestión fallida. Mientras tanto, Villarreal y Barcelona sólo pueden mirar hacia La Cerámica, donde las reglas del juego son más claras que en un tablero de ajedrez a 3D.
Orígenes y contexto
La noticia toma fuerza en un momento en que la Liga busca convertir cada partido en un evento global, pero sin perder la esencia de la competición ni la confianza de aficionados y patrocinadores. De momento, el proyecto se pospone y la pregunta sigue en el aire: ¿la globalización del fútbol español es posible sin perder el terreno seguro de casa?
Nota final: si jugar fuera fuera de casa fuera tan sencillo como cambiar de camiseta, todos tendríamos un club con paella de bienvenida en cada estadio. Y dos punchlines para el final: cuando el balón se pone tenso, el GPS del empresario te dice “sigue recto… hacia la quiebra de la planificación”; Y si crees que Miami era el estadio, recuerda que en fútbol, a veces menos es más, excepto cuando quieres vender merchandising a 50 dólares la camiseta de la ciudad que no tienes.