Amorim bajo fuego en Manchester United: Carragher y Neville exigen respuestas, ¿se saldrá con vida del vestuario?

Contexto actual en Manchester United

La tormenta continúa en Manchester United, y con ella crece la presión sobre el técnico portugués Rubén Amorim, quien dirige al club en una de sus peores etapas de la era reciente.

Tras la derrota contundente ante Brentford, tres a uno, el sábado, aparecieron voces de ex jugadores exigiendo terminar su etapa de inmediato, calificándola de catastrófica.

No encaja con la historia de United

La situación ha llevado a que figuras históricas cuestionen si el proyecto de Amorim es compatible con la identidad y la tradición del club.

Reacciones y consecuencias

El ex capitán de Liverpool, Jamie Carragher, no se mordió la lengua en la cadena de televisión Sky Sports: lo que propone Amorim no se corresponde con el pasado ni con el tamaño de Manchester United. Carragher afirmó: “Creo que aún está en el cargo porque la dirección ha cometido ya muchos errores y no quiere reconocer otro. Esta es una era catastrófica para el club y para el entrenador. Lo que hizo en Sporting de Lisboa fue brillante, pero nunca fue adecuado para las tradiciones del United. Cuanto más rápido tome una decisión la nueva dirección, mejor para todos”.

Además, destacó que el equipo que terminó la pasada temporada en decimoquinto lugar y que hoy está cuarto debe convencer a jugadores y a la afición con su juego, no solo con promesas.

Otro veterano, Duncan Ferguson, se sumó a la crítica: “Este grupo de jugadores es mejor de lo que muestran las cifras. Amorim no ha intentado cambiar el sistema ni buscar nuevas vías para ganar. Cuando pierdes, hay que buscar soluciones, no insistir en la misma táctica”.

La responsabilidad se extiende a la dirección

Carragher amplió el foco hacia la estructura deportiva del club, recordando que Amorim es conocido por su insistencia en un defensa de tres, una idea traída de sus días en Sporting de Lisboa. “Los técnicos pueden ajustar sistemas, pero no su esencia. Para Amorim, su método es como su hijo. Pedirle que se deshaga de él es como pedir a Klopp que suelte el pressing o a Guardiola que renuncie a las transiciones cortas. La responsabilidad recae en Omar Barada, Jason Wilcox y Sir Jim Ratcliffe, quienes lo llevaron al club”.

El ex delantero quiso arrojar datos contundentes: “En 49 partidos, cambió la defensa de tres 42 veces. En Lisboa era conocida esa inconstancia”.

Con todo, Carragher apuntó que cualquier entrenador competente en la Premier League creería poder hacer mejor las cosas en United. El único aspecto positivo, añadió, es que la directiva no ha invertido por completo en su plan, permitiendo a los recién llegados adaptarse a una defensa de cuatro si fuera necesario, con Bruno Fernández en el puesto de 10, Bryan Mbwemo por la derecha, Mathias Conya por la izquierda y Benjamin Sesko como punta. Aun así, todo indica que Amorim no ha logrado consolidar su proyecto en menos de un año.

Las dudas sobre la dirección y la carga de trabajo

Neville, analizándolo en su podcast, expresó que la forma de usar a jugadores como Mason Mount mostraba un desajuste: “Vi a los jugadores con lenguaje corporal de desconfianza. No puedes seguir colocando a Mount en un lateral cuando no funciona; es un síntoma claro de esa improvisación táctica”.

A pesar del respaldo financiero de la directiva durante la ventana de transferencias, los resultados siguen sin acompañar. Carragher resumió la situación: “Lamento por Amorim, pero lo de Sporting fue un punto de partida prometedor; lo de United, una realidad difícil. Lo mejor para todos es que termine pronto”.

El club mira hacia Sunderland, rival al alza, en lo que podría ser la última prueba del entrenador antes del parón internacional, y con un partido de alta tensión frente a Liverpool en Anfield que podría convertirse en un antes y después para su futuro. Por si fuera poco, la ausencia de competencia europea esta temporada reduce ingresos y aumenta la presión para revisar el proyecto. Si se confirma la salida de Amorim, el impacto financiero podría ser significativo, y la Muralla de Old Trafford podría necesitar una renovación aún más ambiciosa, tal vez un nuevo estadio en vez del viejo bastión.

En este contexto, la dirección liderada por Sir Jim Ratcliffe ya mira más allá de este ciclo: la posibilidad de construir un nuevo hogar para el United parece más una necesidad que una opción estética, ante una caída de beneficios provocada por la falta de competiciones europeas.

Punchlines

Y para cerrar con humor de sniper: 1) Si Amorim quiere salvar su puesto, que traiga un 4-3-3 más caro que una chaqueta de diseñadores: que el vestuario se vea tan elegante como el plan no funciona. 2) En Manchester, cambiar de sistema parece más fácil que cambiar de camiseta: pero si el bolsillo se asusta, al menos que el plan juegue mejor que la economía del club.