Clásico de alto voltaje: Alonso toma el control y Yamal se queda mudo ante sus palabras
26 octubre 2025
Análisis del Clásico
Xabi Alonso, entrenador del Real Madrid, devolvió la autoridad al gigante español con una victoria valiosa en su primer Clásico desde el banquillo, al vencer al Barcelona 2-1 en el estadio Santiago Bernabéu, el domingo por la noche, en la cita de la décima jornada de La Liga.
Podría haber salido el Real Madrid con una victoria más amplia, y Alonso demostró una superioridad notable frente a su homólogo alemán Hans Flick, el entrenador del Barcelona, que estuvo presente en las gradas para cumplir una sanción de un partido, mientras su asistente Markus Sorg asumía las riendas.
Real Madrid se contentó con dos goles y tres fueron anulados por la línea de fuera de juego que Flick ha ido tejiendo en el Barça desde la temporada pasada, y lo llevó a lograr cuatro victorias intensas y amplias frente al coloso madridista, lo que precipitó una temporada sin títulos y el cese de su técnico italiano veterano, Carlo Ancelotti, quien logró grandes gestas con el club, incluido ganar la Liga de Campeones en 2014, 2022 y 2024.
Real Madrid inició el encuentro con una alineación que incluyó a Courtois en la portería, una defensa de cuatro con jugadores que aportan equilibrio defensivo, un medio con Camavinga y Tchouaméni y la presencia de Vinícius Jr., Kylian Mbappé y Jude Bellingham en ataque.
El Barça, por su parte, salió con Szczęsny en portería, una defensa de cuatro, y un centro del campo con Pedri, De Jong y Fermín López, detrás de un trío ofensivo integrado por Rashford, Ferrán Torres y Lamine Yamal.
El choque se decantó gracias a la presión alta, la organización en fases defensivas y la capacidad de Madrid para neutralizar las rápidas incursiones de Barça. Alonso logró aislar a Pedri y De Jong del control del juego y dificultó la creación desde atrás, mientras que Yamal recibió silbidos cuando tocaba la pelota, un recordatorio de la presión mediática que rodea al joven talismán del equipo azulgrana.
El dominio madridista en el centro del campo fue clave, desactivando los apoyos de las bandas de Barça y obligando a Barcelona a buscar el juego directo. En defensa, Alonso apostó por un bloque compacto que dificultó penetrar entre líneas y redujo las ocasiones claras de gol para el Barcelona. Por su parte, Flick mostró cierta dificultad para ajustar a pesar de las rotaciones y de las lesiones, y el peso del partido cayó, en gran medida, sobre un Yamal que no encontró el instante para desnivelar la balanza.
En la recta final, Bellingham tuvo protagonismo decisivo y fue el mejor exponente del madridismo en ataque y defensa, mientras que Alba y otros suplentes del Barça no lograron aportar la chispa necesaria. Alonso, sin embargo, priorizó la solidez y la gestión de los tiempos, lo que dejó a Barcelona con menos recursos para darle la vuelta al marcador.
Pero Alonso también recibió críticas por mantener una estructura defensiva muy conservadora y por no explotar al máximo a las variantes disponibles en el banco, permitiendo que el Barça mantuviera cierto dominio sin quebrar completamente al bloque central madridista. En el tramo final, Mbappé siguió como arma de velocidad en transiciones, pero la ausencia de una mayor continuidad dejó a la defensa rival menos vulnerada de lo esperado.