De Hoffenheim a Barcelona: Flick, la apuesta que podría escribir una nueva página dorada para el Barça
27 octubre 2025
La afición del Barcelona celebra un año que devolvió al equipo, de la mano del técnico alemán Hansi Flick, la sensación de dominio en LaLiga y en la Copa. Sus primeros meses han sido de luces, con un equipo que mostró vértigo y una idea clara de juego, aun cuando persistan los retos estructurales fuera del césped.
Flick llevó a Barcelona a lograr la Supercopa de España y la Copa del Rey, y finalmente recuperó la cima de LaLiga, frenando un periodo de incertidumbres. En el plano europeo, el desafío sigue siendo mayúsculo: la promesa de los títulos europeos no se ha materializado, tras una semifinal que terminó ante Inter, un tropiezo que llega a Olmo y se queda en la memoria de la afición.
La presión sobre Flick, llamada en clave de broma por los medios como la de “las Orejitas” por el trofeo de mayor lustre europeo, convive con la esperanza de que este proyecto impulse al Barça a un nuevo capitulo de gloria. Pero la sombra de viejas historias y contratos largos persiste, obligando a equilibrar ambición y realismo en cada partido.
La trayectoria de Flick demuestra que las grandes historias comienzan con un atisbo de explosión y terminan, a veces, con nervios de acero y una pizca de tristeza. Su relación con el club catalán ha sido intensa desde el primer día, y cada victoria se siente como un paso adelante; cada tropiezo, como una lección que podría costar la confianza de la hinchada si no se corona con un triunfo continental.
Comienzo explosivo y dudas sobre el plan a largo plazo
La trayectoria de Flick se forjó hace casi 30 años. En 1996 era jugador y entrenador al mismo tiempo en un club modesto, y luego llevó a Hoffenheim a la tercera división alemana y a la cuarta, experimento que marcó su carácter. Años después, tras varios intentos sin éxito, asumió el timón en Bayern de Múnich en 2019, marcando un inicio que parecía prometer una era de títulos con sello alemán.
En su primera temporada con el Bayern, Flick logró la llamada SEXTA, la gloria de ganar todos los títulos posibles en una misma campaña. Su reconocimiento llegó con el premio al Mejor Entrenador de Europa, un hito que hizo creer a muchos que había nacido una dinastía. Sin embargo, el inicio igual de intenso dejó una segunda temporada menos convincente, con caídas puntuales y una marcha no tan arrolladora como la primera.
La retirada de Flick del Bayern lo llevó a dirigir a la Mannschaft. En Alemania, los comienzos prometían, pero las crisis también aparecieron: una sequía de victorias, derrotas y resultados que encendieron las alarmas en un proceso que terminó con la decisión histórica de destituir al entrenador, después de una derrota ante Japón que marcó un punto de inflexión para el futuro de la selección.
Con Barcelona, ¿una caída o un nuevo ascenso?
La llegada de Flick a Barcelona fue un giro radical: un club con estrella y talento joven, aún envuelto en dificultades financieras, pero con un proyecto deportivo ambicioso. Bajo su mando, el Barça mostró una versión competitiva y con aspiraciones de recoger los trofeos domésticos. La temporada 2024-2025 terminó en un contexto de claridad táctica y un brillo que dejó claro que el equipo tenía sello propio.
La notableidad del inicio no fue sin embargo garantía de continuidad en la máxima competición europea. El club atraviesa una fase de aprendizaje y ajuste, y la pregunta que domina es si la victoria en el ámbito local será suficiente para sostener una ambición continental que exige consistencia y recursos que el Barça, como se sabe, no siempre maneja con facilidad. Aun así, la afición sabe que la historia no se escribe en una sola página y que cada partido puede ser un capítulo decisivo para un futuro esperanzador.
En definitiva, Flick llega a Barcelona con un aliento de renacimiento, pero también con el peso de expectativas grandes. Si logra convertir este arranque en una constancia, podría convertirse en el hombre de la temporada, pero si no, la memoria podría recordarlo como el inicio de un ciclo más que prometedor que no logró consolidarse en la máxima competición.
Notas finales con humor: si el fútbol fuera un supermercado, Flick ya habría puesto el cartel de oferta; y si el Barca quiere la Orejona, quizá necesite una segunda venta completa de la tienda para abrir paso a la grandeza. Pero, ojo, en el fútbol, la compra de la gloria siempre se paga con paciencia y con una buena dosis de suerte.
Punchline 1: “Si Flick llega a ser el hombre de una temporada, que al menos la factura de la temporada compense la emoción de cada partido.”
Punchline 2: “En el fútbol, como en la vida, lo difícil no es empezar, sino seguir cargando el carrito sin que se caiga la tortilla.”