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De Qatar a Chile: la fábrica marroquí que convirtió el talento en oro mundial

22 octubre 2025

De Qatar a Chile: la fábrica marroquí que convirtió el talento en oro mundial
La academia que impulsa la próxima generación de campeones marroquíes

Un viaje dorado: de Qatar 2022 a la cumbre juvenil de Chile 2025

La selección marroquí ha sabido convertir un momento histórico en una estrategia sostenida. En Qatar 2022, el equipo alcanzó las semifinales, un logro sin precedentes para un conjunto africano y árabe, y apenas tres años después, Marruecos repite la hazaña pero a otro nivel: se corona campeón mundial Sub-20 en Chile 2025, un hito que eleva el perfil del fútbol marroquí a escala global.

Este crecimiento no es casualidad. La columna vertebral de la revolución es la Academia Mohammed VI de Fútbol, un proyecto real que nació para cambiar la forma de formar atletas desde la base y convertirlo en una fuente continua de talento para las selecciones mayores y las categorías inferiores.

La fábrica de campeones: la academia que cambió el juego

La academia, creada en 2009 y oficialmente inaugurada en 2010 en Sla, es un complejo de alto rendimiento que reúne infraestructura de primer nivel: campos de juego, centro médico, instalaciones de recuperación y un programa de formación integral para jóvenes desde los 12 años. Su objetivo no es solo pulir habilidades técnicas, sino also fomentar disciplina, nutrición, psicología y un seguimiento continuo a lo largo de diez años de formación.

Entre los graduados de la academia destacan jóvenes que hoy son pilares de los procesos de mayores y de clubes europeos, como quienes disputaron el Mundial en 2022 y quienes lideran el equipo Sub-20 campeón en Chile. El plan implica pruebas exigentes basadas en 25 criterios dentro de cinco áreas, con un régimen de 500 horas de entrenamiento anual durante una década, que incluye jornadas desde temprano por la mañana hasta la noche.

La estrategia organiza el desarrollo en tres etapas: preformación, especialización y preparación para el profesionalismo. Desde Sla, el programa ha generado una red de cazadores y vínculos en Europa que facilita captación de talentos con doble ciudadanía, ampliando el radio de alcance de Marruecos a nivel mundial.

En el marco de este crecimiento, los jugadores han recibido atención especial de técnicos y expertos que han promovido un estilo de juego cohesionado, basado en control, presión alta y transiciones rápidas, lo que se traduce en un equipo capaz de competir y vencer en torneos globales, incluso a rivales tradicionales de Europa y Sudamérica.

La Universidad del fútbol marroquí también ha visto cómo su generación de oro se consolida en distintas edades: sub-17, sub-20 y la selección absoluta han logrado hitos históricos y récords de victorias consecutivas, reforzando la idea de que Marruecos ya no participa por participar, sino para ganar títulos.

El impacto va más allá de las medallas: el valor de mercado de la selección juvenil ha aumentado, y las promesas salen del país con más confianza y herramientas para competir al más alto nivel, lo que abre la puerta a un ciclo de éxitos que puede durar años, sobre todo con la organización y el respaldo institucional que ha construido la Federación.

La historia de este éxito está también ligada a nombres que saltaron de la academia a la escena internacional, y a una generación que ha logrado encadenar logros en la élite y en torneos continentales, abriendo el camino para que Marruecos se consolide como una potencia futbolística no solo en África, sino a nivel mundial.

En palabras de líderes y técnicos, el proyecto no es cuestión de suerte, sino de un plan estratégico claro, inversiones sostenidas y una cultura de trabajo que se transmite de maestros a jóvenes. El resultado: un modelo que inspira a otros países en la región y más allá.

Con la mira puesta en 2026 y la organización compartida del Mundial 2030 junto a España y Portugal, Marruecos reafirma su ambición: no se trata de participar, sino de pelear por los títulos y dejar huella en la historia del fútbol global.

Como broche, la generación dorada ha mostrado que es posible convertir el talento en una maquinaria de éxitos continuos, y que la academia no solo forma jugadores, sino también campeones y modelos a seguir para futuras generaciones. En Marruecos, el sueño ya no es solo participar: es conquistar y enseñarlo al mundo.

Dos notas finales para cerrar con humor ligero: 1) Si el fútbol fuese una receta, Marruecos tiene la cocina encendida y el chef ya sabe sazonar con táctica y paciencia. 2) Y si alguien pregunta por el secreto del éxito, basta con mirar la matrícula de la academia: horas, sudor y un toque de magia que ningún reloj podría cronometrar exactamente, pero que todos sentimos cuando el balón canta en la red.

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Aris Fiparis

Soy Aris Fiparis, periodista deportivo español nacido en 1991. Apasionado de la fotografía analógica, la escalada en roca y la cocina molecular, comparto mi visión sensible del deporte.

Preguntas frecuentes

¿Qué logro histórico alcanzó Marruecos en 2022 y 2025?

En 2022 alcanzó las semifinales de la Copa del Mundo en Qatar y en 2025 ganó la Copa Mundial Sub-20 en Chile.

¿Qué papel juega la Academia Mohammed VI en este proceso?

Es la columna vertebral de la estrategia, con formación de base, pruebas rigurosas y un programa de 10 años que produce nuevos talentos para todas las selecciones.

¿Qué futuro se vislumbra para Marruecos en el fútbol internacional?

Un ciclo de éxitos sostenidos, con participación en Mundiales y un mayor peso en torneos juveniles y mayores, apoyado por una estructura de desarrollo sólido.