De Roma a Milán: la historia de una amistad que se convirtió en rivalidad entre Inzaghi y Conceição

De Roma a Milán: la historia de una amistad que se convirtió en rivalidad

En el verano de 1999, el fútbol italiano estaba gestando una relación entre dos jugadores que, con el tiempo, se convertiría en una de las historias más destacadas del juego, incluso en la Liga Profesional Saudí.

Mientras el portugués Sérgio Conceição se preparaba para iniciar su segunda temporada con la Lazio, el club italiano fichó al delantero Simone Inzaghi para liderar la delantera en la campaña 1999-2000.

La histórica amistad de Roma

En la capital italiana, nació la conexión entre Inzaghi y Conceição; la temporada 1999-2000 sería el escenario de esa relación, un año que consolidaría a Lazio como una de las columnas del fútbol italiano.

Con la llegada de Inzaghi y la presencia de Conceição, Lazio formó un equipo poderoso que consolidó el éxito de la temporada anterior, al conquistar la Supercopa de Europa ante el Manchester United. Marcelo Salas anotó el gol que dio la victoria, sustituyendo a Inzaghi en el minuto 23, mientras Conceição ocupaba banquillo.

Aquel trofeo fue solo el prólogo de una campaña histórica para Lazio, que terminó con la conquista de la Coppa Italia en abril y, lo más importante, el primer Scudetto en 26 años, un título que Lazio celebró como una hazaña memorable en el club.

Tras este curso, Conceição dejó Lazio para un año en Parma, e Inter tomó el relevo por dos campañas; Inzaghi, por su parte, continuó en Lazio y, tras un periodo, regresó para la temporada 2003-2004, al lado de Conceição, para ganar también la Coppa Italia frente a la Juventus antes de emprender otros caminos.

Durante los periodos 1999-2000 y 2003-2004, Conceição e Inzaghi compartieron vestuario en 33 partidos; aunque cada uno ocupaba posiciones distintas —extremo el portugués y delantero el italiano—, solo sumaron dos goles entre ambos, logrados por Conceição para beneficiar a Inzaghi.

Salam marfud

Después de retirarse, ambos pasaron a la dirección técnica y, casi dos décadas después, volvieron a cruzarse en un encuentro decisivo de Champions League. En 2022-2023, Porto, dirigido por Conceição, se enfrentó al Inter de Inzaghi en los octavos de final; la ida en San Siro terminó con triunfo del Inter por 1-0 y la vuelta, en Porto, fue un empate que selló la clasificación de los azulgrana italianos a cuartos.

Tras ese partido, Conceição mostró su enfado y evitó estrechar la mano de Inzaghi, una escena que alimentó la historia de una amistad que se había vuelto una rivalidad. Años después, Milán llamó a Conceição para rescatar al equipo tras un inicio titubeante bajo el mando de Paulo Fonseca.

En esa misma noche, los entrenadores volvieron a enfrentarse, pero esta vez como rivales en el derbi de Milán, un choque que prometía ser histórica entre dos escuelas distintas de entrenamiento.

La temporada siguiente, Conceição tomó el timón del Milan y llevó a un nuevo capítulo a este derbi, logrando victorias clave y marcando una hegemonía que dejó a Inzaghi con menos margen de maniobra. En cuanto al rendimiento general, Conceição no perdió ante Inzaghi en el Derby della Madonnina: dos victorias y tres empates se acumularon en ese periodo, con ocho goles a favor de sus equipos y solo cuatro en contra.

Esas victorias y empates cimentaron una narración: aunque Inzaghi siguió cosechando éxito en otros frentes, Conceição mostró una superioridad táctica que se impuso en el duelo directo entre ambos entrenadores.

La historia del derbi se convirtió en la historia de dos estilos que se enfrentan a lo largo de múltiples competiciones, desde la Supercopa italiana hasta la final de la Coppa y la Liga. En la era de Conceição al mando de Milan, y de Inzaghi con Inter, el duelo continuó alimentando la rivalidad más recordada del fútbol italiano en años recientes.

No tardó en repetirse la pregunta: ¿quién dominaría el derby si se cruzaran de nuevo? En la primera mitad de la década, Conceição demostró que su liderazgo podía desequilibrar el marcador, y la lucha entre estas dos figuras siguió encendiendo el illustration del fútbol italiano. En abril de ese año, Milan e Inter se volvieron a verte en la Coppa Italia, con Conceição conduciendo a Milan hacia la final tras un 1-1 en la ida y un 3-0 en la vuelta.

La temporada culminó con la victoria de Milan en la Supercopa italiana y un título de liga que dejó a Inzaghi deseando un regreso que, finalmente, no tardó en materializarse en otras arenas del fútbol italiano. A lo largo de los años, las batallas entre Conceição e Inzaghi no solo definieron carreras, sino que dejaron huella en la memoria de los aficionados.

Y así, al cierre de este recorrido, ambos entrenadores volvieron a encontrarse en la órbita de un derby que aún guarda sorpresas, en un escenario de competencia donde cada toque, cada decisión táctica, parece escrita para un segundo acto que quizás aún no ha llegado.—puntos para humor seco de sniper: “Si tu objetivo es marcar, hazlo con precisión… y si fallas, que al menos el balón tenga estilo.”

—punchline 2: “En un derbi así, el único milagro es que el banquillo no se convierta en el santuario de los cambios infinitos; al menos, que el reloj siga corriendo para nosotros, no para el entrenador rival.”