El Clásico en la mira: Mourinho, Piqué y Ramos lideran la lista de villanos
25 octubre 2025
Los villanos del Clásico: Mourinho, Piqué y Ramos
La noche del Clásico llega al Bernabéu en la décima jornada de La Liga, con el Madrid líder y el Barcelona pisándole los talones. Es un duelo que reúne historia, tensión y la promesa de un espectáculo que va más allá del césped.
Real Madrid encabeza la tabla con 24 puntos, dos por delante del Barça. En este marco, AS recoge a protagonistas y técnicos que dejaron huella no solo por su juego, sino por gestos y decisiones que se convirtieron en parte del folklore del Clásico.
Cabezas de cartel que, de una forma u otra, se quedaron en la memoria de los aficionados: Mourinho, Piqué y Ramos. Tres nombres que encabezan un listado de antagonistas que, a veces, parecían más guiones que simples partidos.
Lecciones del pasado y gestos que quedaron para la historia
José Mourinho, técnico portugués, fue un rival temido por el Barcelona incluso antes de sentarse en el banquillo del Real Madrid. En sus enfrentamientos desde la casa blanca, dejó claro que sabía transformar la presión en resultados, aunque con controversias que alimentaron la narrativa del Clásico.
Durante su etapa en Madrid disputó 17 Clásicos como entrenador merengue, con 5 victorias, 6 empates y 6 derrotas ante Barcelona. En esa era, el Real Madrid levantó Liga, Copa del Rey y Supercopa, dejando síndromes de intensidad en cada choque.
Entre los nombres que también dejaron huella, destaca Luis Enrique, que jugó para Real Madrid entre 1991 y 1996 y luego desempeñó roles clave en Barcelona. Su salida en un momento de tensión generó recuerdos ácidos que se suman a la mitología del Clásico.
Hristo Stoichkov, Ronaldo Nazário y otras figuras legendarias aparecen en las crónicas por sus declaraciones o gestos que encendieron aún más la rivalidad. El Clásico no solo se juega con botas, también se escribió con pasiones que aún se citan en debates de barra.
Gesta de defensa, pero también de protagonismo fuera del campo, donde Jordi Alba, Messi y Ronaldo completan el abanico de protagonistas que, en algún momento, encendieron a todas las aficiones. Cada presencia dejaba un eco que se repetía en los siguientes encuentros.
Gerard Piqué, con su amago de desahogo verbal hacia Real Madrid y su afán de provocar en cada encuentro, se convirtió en una figura que, a veces, parecía un guion de cine: el villano que no era tal, pero que siempre estaba en el foco.
Cristiano Ronaldo, por su parte, fue el arma letal del Madrid: 18 goles en 30 Clásicos y momentos que siempre quedan en la retina cuando se recuerda aquel duelo en el que su hambre de victoria se convirtió en un ritual de precisión.
La figura de Sergio Ramos, capitán del Madrid, acumula tanto goles decisivos como momentos de alto voltaje físico. Su presencia convirtió cada Clásico en una lucha de liderazgo, dominio y gestos que alimentaron la tormenta mediática alrededor del choque.
En el especial estreno de fases históricas, Lionel Messi brilla como referente del Barcelona y el balón se convierte en el lienzo donde se dibujan las rivalidades. Sus goles y asistencias son capítulos de una historia que se cuenta en cada curva de los estadios.
La nostalgia no es menor: la historia de Mourinho, Piqué, Ramos y los otros nombres mencionados se entrelaza con victorias y derrotas que aún se citan para explicar por qué este Clásico tiene tanta magia y, a veces, tanta controversia.
El Clásico, más que un partido, es una biblioteca de gestos, gestos que se comentan, se discuten y se reimprimen en cada nueva edición. Es, en definitiva, una fiesta para los hinchas y un recordatorio de que el fútbol es experiencia, historia y muchas historias más.
Conclusión de una historia en la que los villanos han cambiado de camiseta, pero el espíritu del Clásico no se agota. Cada encuentro es una nueva página, con héroes que se quedan y villanos que también se recuerdan para el cine de los estadios.
Y para cerrar con humor ligero, dos punchlines que caen como chispas en la grada:
1) Si el Clásico fuera una prueba de matemáticas, Mourinho ya habría sumado más problemas que soluciones, y aun así nos haría reír.
2) En el teatro de la Liga, la defensa siempre quiereensayar, pero el balón tiene la última palabra y, a veces, se ríe del portero para dar la victoria al rival.