El sueño mundialista de Arabia Saudita: dos batallas decisivas para el Mundial 2026
3 octobre 2025

Dos duelos decisivos rumbo al Mundial 2026
La selección saudí se alista para dos encuentros cruciales en la repesca asiática, con la sede mundialera repartida entre Estados Unidos, Canadá y México. Indonesia será el primer obstáculo, seguido por Iraq, en una ventana de octubre que podría definir si el país obtiene boleto directo o debe apelar a una ronda extra.
Los seis clasificados a este playoff se dividen en dos grupos de tres, y solo el ganador de cada grupo accede directamente al Mundial. El segundo lugar disputará una repesca global para Brasil y compañía, lo que eleva la presión y el nivel de precisión en cada partido.
En cuanto al plano deportivo, el defensa Jihad Zakri ha emergido como una pieza clave, con Rui Renard confiando en su presencia para fortificar la zaga junto a Saad Al-Mousa y otros compañeros. En el horizonte, la ausencia temporal de Hassan Tambakti y Mohammad Sulaiman Bakr por lesión abre la puerta a Abdulalh Al-Omari para reforzar la línea defensiva.
El técnico francés Hervé Renard ha insistido en que las metas siguen siendo claras: consolidar una defensa más sólida, maximizar la eficiencia en ataque y contar con el apoyo de la afición para impulsar cada punto en juego. Cada jugador sabe que el Mundial es el sueño supremo y que la nación espera un rendimiento acorde con su historia futbolística.
Respecto a la preparación, las declaraciones de Jihad Zakri y otros integrantes del plantel subrayan la responsabilidad compartida y la necesidad de esfuerzo colectivo. El entorno periodístico, con foco en la competencia y en la presión de los resultados, se mantiene expectante ante cada entrenamiento y cada minuto de partido.
Además, se destaca la dependencia de la plantilla saudí en tener variantes ofensivas eficaces, con un sistema que permita presionar alto sin comprometer la seguridad defensiva. Aunque la amplitud de la plantilla se ve reducida por lesiones, el grupo mantiene la ambición de avanzar en Asia y de forma contundente en el imaginario mundial.
El historial reciente del equipo indica una trayectoria de participación continua en las eliminatorias, con hitos que incluyen llegadas a la fase final y un camino que ha ido fortaleciendo a la selección en el plano continental. Este proceso de crecimiento prepara al equipo para aprovechar al máximo cada ocasión que se presente, ya sea en casa o fuera de ella.
Apoyo de la afición
Sale a relucir también la importancia del apoyo del público. Saleh Al-Shehri, delantero clave, ha dejado claro que, con el respaldo del entorno y la disciplina táctica, la selección está lista para competir al máximo en cada encuentro, manteniendo viva la esperanza de un pase directo al Mundial sin necesidad de rondas suplementarias.
En suma, la estrategia para estos dos duelos se centra en mantener una defensa ordenada, acelerar la transición defensa-ataque y mantener la concentración en cada minuto del partido. Si se logra vencer a Indonesia y luego a Iraq, Arabia Saudita podría consolidar su presencia en la edición 2026 y consolidar una campaña que ya tiene un lugar destacado en la memoria del fútbol regional.
Hito histórico y proyección
La historia de Arabia Saudita en Mundiales destaca por una participación constante desde 1994, con avances notables que han dejado huella en la región. El objetivo actual no es solo clasificar, sino hacerlo con autoridad y demostrar que el fútbol saudí ha evolucionado para competir al más alto nivel en la próxima edición mundialista. Con Renard al mando y un grupo que persiste en su misión, el sueño del séptimo Mundial se mantiene vivo y cercano, sujeto a la integridad y al esfuerzo de cada jugador.