Old Trafford al borde: Amorim y la prueba decisiva de Manchester United

Situación actual y antecedentes

La crítica llega desde todos los frentes hacia el entrenador portugués Rubén Amorim: desde leyendas del club como Wayne Rooney hasta aficionados jóvenes que apenas recuerdan el último título de la Premier League ganado por el Manchester United. Todos señalan que el rendimiento no acompaña y que la confianza en el proyecto está en juego.

Amorim asumió el cargo el 11 de noviembre de 2024, y terminó la última campaña de la Premier League en la posición 15, además de perder la final de la Europa League ante el Tottenham. En la presente temporada, el equipo marcha en la mitad baja de la tabla: 14º lugar tras dos victorias, un empate y tres derrotas en sus seis primeros choques.

Según la Daily Mail, la situación en United es extremadamente tensa. El equipo también quedó fuera de la Copa de la Liga tras perder en penaltis ante Grimsby, un equipo de la cuarta división, el 27 de agosto pasado. No era previsible que Amorim continuara al frente del equipo, dados los hechos de la campaña 2024-2025.

A pesar de las derrotas, el propio Amorim parecía anticipar un panorama complejo desde principios de curso, y su continuidad depende, sobre todo, del apoyo que recibe del consejo de administración.

El club ha defendido que no se debe apresurar una decisión, y se ha insistido en dar al entrenador portugués una temporada completa con los jugadores que él mismo ha elegido. Manchester United gastó alrededor de 230 millones de euros en fichajes este verano para adaptar la plantilla a su proyecto, intentando que el desempeño mejore con el tiempo.

El propio Jim Ratcliffe, copropietario del club, ha rechazado la idea de un plan B o de buscar un recambio inmediato, reafirmando su compromiso con Amorim. Aun así, la paciencia tiene límites, y la conversación pública sobre el futuro del técnico está cada vez más presente entre aficionados y periodistas.

La notable discrepancia entre las expectativas del club y los resultados ha generado debates sobre la química entre el técnico y la dirección, y sobre si el proyecto de Ratcliffe puede sostenerse ante la presión mediática y de los resultados. Se espera que la próxima cita, el sábado, frente a Sunderland en la jornada 7 de la Premier League, marque un punto de inflexión para el entrenador y para el propio plan de fichajes de cara a la temporada.

La relación entre Ratcliffe y Amorim

La relación entre Ratcliffe y Amorim es objeto de comparación con el personaje de Logan Roy en Succession, por su carácter definido y su visión de negocio. Ambos surgieron de entornos trabajados y han mostrado una tendencia a valorar la primera impresión. Ratcliffe, pese a todo, ha mantenido su respaldo a Amorim, destacando su inteligencia y su enfoque estratégico. Se dice que ha viajado para conocer al técnico en Lisboa durante el periodo en que Ten Hag aún estaba en su cargo y que describe a Amorim como un entrenador “inteligente” y “bien preparado”.

En entrevistas, Ratcliffe ha explicado que su posición es clara: quiere un año completo de Amorim, con el plantel que él escogió. Asegura también que la inversión en fichajes fue para apoyar ese proyecto y que no se contempla un cambio de entrenador sin una revisión exhaustiva de los resultados.

Desafíos y críticas dentro del vestuario

El análisis público ha incluido opiniones de especialistas y exjugadores sobre la dirección del club. La cobertura ha destacado que, incluso cuando la salida de Ashworth fue tema de debate, la forma en que se gestionó la transición y las decisiones de refuerzo no han sido unánimes. Algunos analistas subrayan que la dirección deportiva ha celebrado la necesidad de adaptarse y de buscar una estabilidad que permita a Amorim construir un proyecto a medio plazo.

El artículo también detalla que la relación entre Ratcliffe y Amorim podría haber influido en las decisiones de la dirección, y que el entorno del vestuario podría ver cambios si los resultados no mejoran en el corto plazo. En resumen, la continuidad del técnico piloto una temporada completa depende, en gran medida, de resultados y de la confianza que Ratcliffe mantenga en su liderazgo.

El informe sugiere que la temporada está a punto de decidirse por la actuación en el siguiente encuentro clave y que, en ese contexto, la figura de Amorim y su capacidad para gestionar el vestuario serán determinantes. La opinión de Carragher y otros exjugadores también se ha pedido como referencia para entender la magnitud de la presión que recae sobre el entrenador y su staff.

Escenarios y reflexiones finales

En paralelo, la cobertura señala que el equipo técnico y la dirección podrían revisar diferentes soluciones para equilibrar el rendimiento y la estructura del plantel. La tensión entre la dirección deportiva y la dirección de campo es un tema que convoca a debates sobre la mejor vía para Madrid… perdón, para Manchester United, y qué perfil de entrenador podría encajar mejor con la visión a largo plazo del club.

Y para cerrar el análisis, dos notas de humor ligero: si la paciencia fuera una táctica, ya tendríamos a Amorim entrenando en la grada; y si esto fuera una película, el título sería Old Trafford: la paciencia que nunca envejece.

Punchline 1: Si la paciencia fuera una táctica, ya habríamos visto a Amorim hacer cambios desde la grada.

Punchline 2: Y si no funciona, siempre podremos vender humo y comprar humo más caro: mercado de verano, versión 2.0.