Las historias sobre clubes europeos buscando talentos destacados en la Saudi Pro League siguen acumulándose, con intentos que ya han dejado señales de movimiento entre continentes. No es un secreto que la liga saudí atrae, pero esta vez la conversación va más allá de la simple presencia de figuras reconocidas.
Interés europeo y la figura de Ritigi
En pleno inicio de la Saudi Pro League, crece el rumor de que el Manchester United está interesado en uno de los más brillantes goleadores de la competición: Matteo Ritigi, un atacante italiano que dejó huella con su rendimiento la temporada pasada y que se ha convertido en una pieza clave para el Al Qadsiah. Se habla de que el entrenador portugués Roben Amorim estaría dispuesto a invertir hasta 52 millones de libras para hacerse con sus servicios.
El Al Qadsiah pagó a Atalanta una cifra cercana a los 59 millones de libras esterlinas por Ritigi, por lo que una venta podría implicar un retorno razonable para el club saudí, aunque siempre sujeto a las negociaciones y al valor de mercado en ese momento. Ritigi se adaptó rápido, y ya acumula goles en sus primeros partidos con la camiseta de los leones dorados.
Una ruta italiana en la Saudi Pro League
La conexión entre Italia y la Saudi Pro League no es nueva: Fiorentina, Inter y otros clubes han seguido de cerca a talentos italianos que han dejado su sello en Asia. En este contexto, se mencionan nombres como Frank Kiesi, Iván Toney y EKi Fernández, entre otros, que podrían haber sido atractivos para distintos equipos europeos. Como suele decirse, la diáspora italiana en el fútbol árabe ha dejado una estela de historia y, a veces, de nostalgia: los italianos han dejado claro que saben convivir entre culturas y estilos diferentes.
La narrativa también recuerda a otros protagonistas italianos que dejaron huella en Arabia Saudí: Donadoni, Gelci, Rotulo y Giovinco son ejemplos de una presencia que ha construido puentes entre ligas y tradiciones futbolísticas. Giovinco, por ejemplo, es señalado como uno de los italianos más exitosos en la historia de la liga saudí, con regates y asistencias que se volvieron memorables para los aficionados.
Por último, la historia reciente también trae la noticia de una última llegada italiana en el fútbol saudí: Giacomo Bonaventura, fichado por Al Shabab desde Fiorentina, y que disputó numerosos encuentros en una muestra más de la constante movilidad de talentos entre Europa y el Golfo.
En resumen, Ritigi podría convertirse en el siguiente capítulo de esta novela de migraciones futbolísticas, donde lo italiano se mezcla con lo saudí y lo inglés sueña con dar el siguiente salto. El balón, al fin y al cabo, no sabe de fronteras, solo de condiciones y de momentos.
Punchline 1: Si la gesta es buena, Ritigi podría decir que su contrato viene con más puntos que un mapa del tesoro. Punchline 2: Y si falla, siempre quedará la excusa de que el césped del King Fahd Stadium estaba practicando yoga… porque el balón sí que se dobló hacia la portería.