Del pico a la pendiente: ¿qué explica la caída de la selección saudí tras Qatar 2022?
5 octubre 2025

Invasión de estrellas
La selección de Arabia Saudita vivió un giro decisivo tras el Mundial de Qatar 2022. La Federación Saudí de Fútbol permitió, de forma notable, la inscripción abierta de jugadores extranjeros durante las ventanas oficiales de fichajes; al final se mantuvo un límite de ocho extranjeros en la lista y se añadió la posibilidad de tres atacantes extranjeros menores de 21 años. El objetivo era elevar el nivel y atraer nombres de élite mundial, aunque surgieron dudas sobre el impacto en el equipo nacional.
El veterano Majed Abdullah, leyenda y máximo goleador de la historia, advirtió que este flujo podría desplazar a los delanteros locales y frenar la progresión de los talentos nacionales.
Falta de estabilidad técnica
La ausencia de continuidad en el banquillo también golpeó. Tras el Mundial, Hervé Renard dejó el cargo, y en agosto de 2023 llegó Roberto Mancini; menos de un año después fue reemplazado por Renard, que volvió en 2024. En 17 partidos al mando de Mancini, el equipo ganó 7, perdió 5 y empató 5, antes de retornar a la familiaridad de Renard.
El rendimiento se resintió en varios encuentros, con signos de debilidad física y táctica. El conjunto mostró menor rendimiento de lo esperado y menos chispa en momentos decisivos.
Cambios en masa
El italiano no dejó huella: introdujo un cambio constante en las alineaciones. Se usaron 30 jugadores diferentes en las formaciones iniciales de las nueve primeras salidas y, en total, fueron 38 los cambios de once iniciales.
La maldición de las lesiones
El equipo enfrentó una plaga de lesiones en los últimos años: ausencias de jugadores clave que interrumpieron la continuidad y obligaron a rearmar líneas y estrategias en momentos cruciales. En campamentos recientes, varias figuras titulares estuvieron fuera de combate, lo que afectó la confianza y el rendimiento general.
La obstinación de Renard
Renard mantuvo ciertas opciones y rechazó convocatorias que hubieran permitido refrescar la plantilla, lo que provocó debates sobre la necesidad de incorporar a otros nombres relevantes y darle más aire a la generación de recambio. Esto dejó a algunos talentos locales sin oportunidades en momentos clave.
Además, otros problemas de convocatoria y rendimiento se sumaron a un contexto ya complicado, mientras Indonesia y Iraq esperan en octubre, en Jeddah, para pelear por un boleto al Mundial 2026.
En definitiva, la caída de rendimiento de la selección saudí no es un único factor, sino la confluencia de inversión extranjera, inestabilidad técnica y lesiones. El próximo tramo de cara al playoff Asia requerirá equilibrio entre experiencia y talento joven, para evitar que Qatar 2022 se quede como un recuerdo lejano.
Punchline 1: Si la táctica fuera un rifle, Renard ya estaría afinando la puntería: directo al punto, con precisión quirúrgica y cero fallos… que, de momento, siguen siendo un deseo.
Punchline 2: Y si el balón no quiere entrar, siempre puede culpar al árbitro… o al entrenador que lo mira sin pestaña de sueño.