Messi y Laporta: la grieta que todavía late en el Barça y Neymar como herida abierta
23 octubre 2025
La relación entre Messi y Laporta: una herida que parece no sanarse
Jordi Mestre, ex vicepresidente deportivo del Barcelona, retorna a la palestra con declaraciones contundentes sobre la fricción entre Lionel Messi y el actual presidente Joan Laporta, además de desvelar aspectos de la marcha de Neymar da Silva a Paris Saint‑Germain en 2017.
Según Mestre, citado por la prensa, la relación entre Messi y Laporta está “muy deteriorada” y la familia del astro aún guarda un profundo enojo. También pide que el club rinda homenaje a Messi de manera histórica, algo que vaya más allá de una simple despedida.
Distribución de poder y legado: Mestre sostiene que Messi ocupa un lugar excepcional en la historia del Barça, tanto deportivamente como en lo económico, y que lo hecho por el argentino no tiene parangón. Sus giras veraniegas y su presencia atraían patrocinadores y despertaban interés mundial, elevando la valoración del club.
El exdirectivo añade que la relación entre Messi y Laporta ha entrado en una fase de desconfianza profunda y que, en su criterio, la reconciliación no parece factible en este momento.
Asimismo, destaca que Messi no fue solo un jugador dentro del campo: fue una fuerza económica que atrajo inversiones y patrocinios que transformaron la economía del club y su imagen global.
“Lo que se hizo por Messi es mínimo frente a lo que él dio al club,” señala. “La vida es larga, pero lo logrado es asombroso; la influencia de Messi se extiende más allá de lo deportivo.”
En lo que respecta a Neymar, Mestre confiesa haber sentido dolor por no haber logrado retener al brasileño, a quien consideraba un posible heredero natural de Messi. Asegura que Neymar quería quedarse, pero la decisión de partir dejó una marca profunda en el vestuario y la afición.
El exdirectivo rememora declaraciones de 2017 en las que aseguró “con un 200% de confianza” que Neymar no abandonaría el Barça, justo antes de que anunciara su fichaje por el PSG en una operación récord de 222 millones de euros. Revela también que se enteró de la marcha real de Neymar a través de conversaciones discretas y que la gestión del tema fue más compleja de lo que parecía.
Meiste revela detalles sobre el papel de Pini Zahavi como intermediario y la posterior batalla legal entre Barça y la familia Neymar, que terminó en una victoria del club por 16 millones de euros en apelación. Aun así, Laporta optó por perdonar al encontronazo judicial cuando regresó a la presidencia, un hecho que Mestre describe como poco comprensible.
Sobre la gestión de las crisis, Mestre comenta que Laporta debería haber insistido más en una postura legal y económica sólida. A su juicio, la autoridad del club no debe ceder ante presiones externas y debe mirar hacia el futuro sin olvidar el legado que dejó Messi.
Concluye que el club sigue viviendo del legado de Messi pero no ha capitalizado adecuadamente sus lecciones: Barcelona aún cosecha popularidad y beneficios, pero necesita una visión estable para manejar a sus grandes estrellas. Para Mestre, la reconciliación con la historia es imprescindible; “si no, Barça quedará eternamente en las ruinas del pasado.”
¿Qué hay que hacer entonces? propone que Barcelona lleve a cabo un reconocimiento de altura, quizá renombrando un espacio del estadio o inaugurando una iniciativa que conserve vivo el recuerdo de Messi en la identidad del club.
Qué pasó con Neymar? recuerda que Neymar fue visto como un proyecto de futuro de Barcelona, y su partida dejó un vacío difícil de llenar. Mestre recalca que el club no debe mirar al pasado con rencor, sino aprender para que las futuras generaciones entiendan la magnitud del legado de los grandes momentos vividos en el Camp Nou.
En definitiva, Mestre afirma que la historia de Barcelona está inseparablemente ligada a Messi, Neymar y otras grandes figuras; y que sólo mediante una reconciliación con ese pasado podrá el club empezar a construir un futuro más sólido.
Y para cerrar con humor ligero, dos notas que alivian el peso: si Messi y Laporta no se ponen de acuerdo, que al menos la pelota haga de árbitro; y si la directiva siguiera así, quizás una novela gráfica de “Messi: El origen de la paciencia” venda más que un título de liga. Como diría un gran comediante, “el fútbol es serio, pero la vida no tiene que serlo todo el tiempo: si no puedes con el drama, ríete un rato, que el balón también sabe reírse.”