El dato que inquieta a Renard: minutos ausentes y el reto del playoff asiático hacia el Mundial 2026
5 octubre 2025

Contexto y objetivo del playoff
A pocos días del inicio del playoff asiático para el Mundial 2026, la selección saudí continúa su preparación intensiva para enfrentar a Indonesia en su debut del grupo 2, que se disputará en la ciudad de Jeddah. El objetivo es claro: sumar una nueva participación mundialista y ampliar las vitrinas del fútbol saudí.
El equipo llega con aspiraciones grandes y un historial que incluye la participación más destacada en 1994, cuando alcanzó los octavos de final en Estados Unidos. La meta es superar esa marca y, de paso, demostrar que la liga local puede sostener a un equipo competitivo a nivel mundial.
Convocatoria, minutos y lectura de la plantilla
La lista de 28 jugadores, anunciada por el técnico francés Herve Renard, incluye a guardametas como Nawaf Al-Aqidi, Abdulrahman Al-Saibi, Mohammad Al-Yami y Ragid Al-Najjar. En defensa figuran Muteb Al-Harbi, Jihad Zikri, Mohammed Suleiman, Saud Al-Mousa, Hassan Tambakti, Ali Mujrshi, Saud Abdulhamid y Abdulilah Al-Omri; en el medio destacan Nasser Al-Dosari, Ali Al-Hassan, Musab Al-Juwair, Ziyad Al-Jehani, Mohammed Kano, Abdullah Al-Khybri y Nawaf Bashl; y en ataque aparecen Saleh Al-Dosari, Abdulrahman Al-Aboud, Ayman Yahya, Abdullah Al-Hamad, Saleh Abu al-Shamat, Mohannad Al-Saad y Firas Al-Bariqan.
Un dato clave: los minutos de juego en la liga local están muy concentrados entre un puñado de jugadores extranjeros. Cada equipo alinea ocho extranjeros habituales, lo que reduce las oportunidades de los jugadores locales y, con ello, la experiencia de competición necesaria para afrontar la presión de un playoff mundial.
Desglose de minutos y principales dudas
Según Transfermarkt, tres pilares han destacado por su continuidad: Saleh Al-Dosari (Al-Hilal), Hassan Tambakti (Al-Hilal) y Saad Al-Mousa (Al-Ittihad), quienes acumularon 360 minutos en las cuatro primeras jornadas. Al frente de la defensa, la participación de los porteros es irregular: Nawaf Al-Aqidi solo jugó un partido completo; Ragid Al-Najjar disputó dos encuentros, y Abdulrahman Al-Saibi y Mohammad Al-Yami no han visto acción oficial aún, lo que inquieta a Renard en un puesto que exige consistencia.
En la zona defensiva, Muteb Al-Harbi, Jihad Zikri y Muteb destacan por pocos minutos respecto a otros compañeros, con 107–111 minutos. En el centro del campo, Musab Al-Ghair, Nasser Al-Dosari y Nawaf Bashl aparecen como los más activos, mientras que Mohammed Kano e Isa Al-Hassan han contado con muy poco tiempo en campo. En ataque, Saleh Al-Dosari lidera con 360 minutos, seguido por Marwan y otros atacantes que han tenido presencia intermitente.
El análisis sugiere una dificultad para que la defensa esté plenamente rodida y para que el mediocampo y la delantera sostengan el ritmo físico necesario para competir a nivel internacional. Renard podría verse obligado a apostar por los hombres más activos desde el punto de vista físico para enfrentar Indonesia y, posteriormente, Irak, en juegos que podrían ser decisivos para el pasaje directo o el repechaje mundial.
Conclusión táctica: la contienda no es solo táctica; es de minutos y de constancia. Si la mayoría de los titulares no han disputado minutos suficientes, el entrenador deberá gestionar la forma física y la química del equipo para evitar sorpresas en el tramo final de la clasificación.
Notas finales: el progreso de Arabia Saudita dependerá de convertir a sus futbolistas con más continuidad en referencias en el campo y de que los porteros entren en ritmo para no sufrir en momentos clave. Y si la isla de Indonesia tiene alguna sorpresa, que no nos sorprenda: incluso las snipers del vestuario pueden necesitar un mapa para no pegarse con el balón en la cara.
Si a Renard le fallan las cuentas, al menos el humor no debería fallarle: que la afición se prepare para noches de gloria, y si no fuera así, siempre quedará el consuelo de que el balón, a veces, también sabe hacer huelga de hambre: se niega a moverse sin permiso del entrenador. Y sí, el entrenador también podría pedirle al balón que entregue una nota de prensa para justificar cada toque de balón. ¿Qué podría salir mal? Todo, salvo que se gane; entonces ya nadie reclamará nada.