Sin tierra ni apoyo: Fahd Al-Harifi cuestiona el camino de Arabia Saudita hacia el Mundial 2026
15 octubre 2025

Reacciones tras la clasificación
Fahd Al-Harifi, ex astro de Al-Nassr y de la selección saudí, lanzó duras críticas al cuerpo técnico de la selección, guiado por el francés Hervé Renard, a pesar de que Arabia Saudita selló su boleto al Mundial 2026. Definió el logro como un fracaso y señaló que la clasificación no refleja una evolución táctica real, sino una conjunción de factores favorables y del apoyo del público local.
La selección saudí logró su pase al Mundial 2026 en Estados Unidos, Canadá y México tras empatar 0-0 frente a Irak en la jornada final del playoff asiático, cerrando así una ruta que fue más bien de dientes apretados que de autoridad futbolística.
El equipo terminó líder del grupo del playoff asiático con 4 puntos, gracias a una victoria 3-2 sobre Indonesia y a que el triunfo de Irak fue mínimo, lo que les dio la ventaja y el pase directo al torneo mundialista.
Al-Harifi comentó en televisión: "Es bueno que no apareciera directamente tras el partido con Irak, porque quien analiza el fútbol ve cosas distintas a las que pueden percibir los aficionados". Sus palabras intensificaron el debate sobre qué tanto cuenta la táctica frente al fans y a la atmósfera del estadio.
Además, añadió: "La afición saudí que estuvo presente fue la estrella del partido contra Irak, y fue la principal razón del pase al Mundial; sin el apoyo de la torcida, no habríamos llegado."
Y continuó: "Estamos felices por clasificar al Mundial por séptima vez, pero lo ocurrido es un fracaso si se mira desde una óptica más estratégica. Avanzamos por la vía corta, gracias al terreno y al público, pero no por un rendimiento sostenido".
El ex delantero criticó también a Renard: "El entrenador puede ser motivador, pero no transmite confiabilidad en lo táctico. Necesitamos soluciones reales en el plano técnico para competir a este nivel".
Al-Harifi dejó sobre la mesa la posibilidad de cambios en la estructura del equipo, incluyendo la necesidad de reforzar ciertas posiciones y la opción de naturalizar a algunos jugadores si no se encuentran talentos suficientes para ciertas plazas.
En un análisis más amplio, apuntó que Arabia Saudita comparte un contexto histórico de logros con otros países árabes de Asia, pero que el rendimiento de este ciclo ha dejado claro que la formación y la planificación deben mejorar para sostener el éxito en Mundiales futuros.
El comentarista subrayó que el equipo saudí ha sido capaz de superar la fase de grupos en al menos una ocasión, situándose como el único conjunto árabe de Asia con esa trayectoria, algo que aporta orgullo pero también responsabilidad para las próximas fases de clasificación.
En un panorama histórico, Al-Harifi señaló los números de participación en la Copa del Mundo: Arabia Saudita, Túnez y Marruecos han estado presentes en 7 ediciones; Argelia, 5; Egipto, 4; Kuwait, Irak y Emiratos Árabes, menos veces. Qatar ha participadotras veces como anfitrión y como visitante, y la región continúa demostrando su diversidad en el torneo global.
Con todo, Al-Harifi dejó claro que el éxito del pase no debe encubrir fallos estructurales: se requieren ajustes serios para competir con las potencias del fútbol mundial y para que las siguientes eliminatorias no dependan de la suerte del día.
“La gloria de clasificar no puede tapar un problema de fondo”, concluyó, dejando una pregunta abierta para la dirección técnica y la asociación.
Y para rematar con humor ligero: si el balón tuviera memoria, ya sabería que alcanza la meta solo cuando el público acompaña; si la memoria fuera de hierro, el entrenador ya habría aprendido a usarla de banco de pruebas. Y si hasta la tierra empuja, ¿quién necesita una táctica pulida cuando el grito del estadio hace el milagro?